Querer no siempre es poder.

Por Roberto García

Lo hemos escuchado todos miles de veces: "si quieres, puedes". Todo está al alcance de tu mano si te esfuerzas lo suficiente, y si no, ¿cómo pudo Amancio Ortega pasar de doblar camisas a fundar Inditex, o Juan José Hidalgo de la panadería de sus padres a la creación de Globalia? Por no hablar de la historia de Sergei Brin y Larry Page, los dos jovenzuelos que fundaron Google desde su garaje... Se supone que todo depende de uno mismo, sin importar las circunstancias. Solo el cielo es el límite.

Pero si entras en detalles, te das cuenta de que por ejemplo los fundadores de Google eran hijos de científicos, graduados en las mejores universidades, y con acceso a los ordenadores desde los 6 años (estamos hablando de los años 80). Y sobre todo, que crearon Google casi sin querer, justo en el momento en el Google era necesario. Es decir, no fue solo cuestión de perseverancia, que también, sino de estar en el momento justo haciendo exactamente lo más adecuado y con las aptitudes precisas para ello.

No hay que irse tan lejos tampoco. Quien más quien menos conoce a ese compañero de estudios al que le ha ido fenomenal en la vida, mucho mejor a ti. Ante eso, no hay que sentirse culpable ni fracasado. Cada uno tiene sus circunstancias, ha recibido unas cartas que juega lo mejor posible. Lo que sí es posible es mejorar personalmente, esforzarse en dar la mejor versión de uno mismo, y eso siempre tiene que ser una satisfacción. Pero si esperas algo imposible, estás perdido. Buscar la mejor versión de uno mismo debería ser el objetivo a alcanzar. Todo se puede, pero dentro de tus posibilidades.

La frase del que quiere puede está haciendo mucho daño, pero no por eso debemos dejar de esforzarnos en tratar de ser cada vez mejor profesional. Y por supuesto en toda historia de éxito está el sesgo del superviviente, que consiste en concentrarse sólo en los elementos que superaron un proceso de selección, pasando por alto aquellos que no lo hicieron y que, por tanto, ya no existen en la actualidad. Es decir, cuando vemos la historia de alguien al que le ha ido bien, tenemos que pensar también en todo el montón de gente que ha fracasado intentando ese objetivo.

Probablemente el secreto está en el equilibrio. Hay que balancear entre poder, querer y creer que es posible conseguir el objetivo que te propones, pero siendo consciente siempre de que puede ser que no consigas ese objetivo. Si no haces nada, la posibilidad de conseguir tu objetivo es del 0%, y si haces algo, tu probabilidad de éxito aumenta con cada intento. Lo importante es que cada uno conozca sus fortalezas y sus debilidades, sin considerarse ni mejor ni peor que otros.

" La vida es dolor, y cualquiera que diga lo contrario está tratando de venderte algo". Esto lo dice William Goldman en La Princesa Prometida. Un poco exagerado, pero es verdad que aquellos que repiten lo de " si yo pude, tú también" y "t odos podemos conseguir lo que queramos " normalmente quieren vendernos algo. No caigamos en esa trampa.

Fuente: https://balcon40.com/2023/10/01/querer-no-siempre-es-poder/