Mi hermana y yo nos llevamos exactamente 5 años menos una semana. Entre su cumpleaños y el mío hay siete días, como los enanitos de Blancanieves, como las notas musicales, los magníficos o los días de la semana. Este año, por su cumpleaños, me pidió un bastidor bordado, pequeñito, me decía, que no te dé mucho trabajo. Y yo le he bordado un bastidor, pero de pequeñito tiene poco (mide 26,5 cm.), aunque sí he cumplido lo de que no me diera mucho trabajo, pues cuando hay tanto cariño de por medio, las horas de aguja se convierten en minutos.
La temática del bordado es plenamente ella, el colorido del mismo es absolutamente yo. No sé cuántos años tendría mi hermana cuando leyó por primera vez "Orgullo y Prejuicio", la recuerdo sentada en la cama, de madrugada ya, incapaz de interrumpir la lectura para dormir. Y con ese recuerdo he bordado la primera frase del libro, uno de sus favoritos. Dudé si bordarla en inglés, para conservarla en su versión original, pero mi sobrina me recomendó que lo hiciera mejor traducida, y así lo hice. Luego le añadí una pequeña aplicación festoneada del perfil de Jane Austen. Y por último le bordé unas flores inspiradas en la obra de Kazuko Aoki. Y así es como ha quedado este comienzo literario tan querido y admirado en el mundo británico y, entre quienes disfrutamos con la sutil ironía de su autora.
Por el revés he colocado una telita azul y una ondulina, para que el acabado sea lo más cuidadoso posible.
A mi hermana le encantó su regalo, os enseño dónde lo ha colocado, junto a su mesilla de noche, en su rincón favorito, junto al gnomo que le regalé en otro cumpleaños y que te conté aquí.
Muchísimas gracias por vuestra compañía.