Querida Sony,
Siento tener que escribirte esto, así, en una carta. Traté de llamarte, de resolverlo contigo, pero siempre decías que no, que ése era tu viejo número, ése tu otro correo. “No era aquí, te habrás equivocado de puerta“- decías. Mis llamados no tuvieron respuesta.
No hay manera fácil de decir esto.
Se acabó.Entiéndeme por favor, no eres tú … soy yo.
Bueno, sí, tal vez eres tú.
Simplemente no me siento … apreciado. Parece que nuestra relación es todo Tú, Tú y Tú. Hubo un momento en que estaba bien con eso, incluso me gustaba. Miraba las pelis contigo, sacaba fotos de los amaneceres contigo, conquistamos mundos contigo, cantaba karaokes contigo. Hablaba contigo. Tenía mis dedos siempre sobre tu piel aunque siempre era todo Tú, tú y tú. Hemos tenido algunos buenos momentos hablando (de tí, claro), como cuando nos reíamos de ese anuncio tan gracioso donde estabas (tú) … o cuando vimos tu enésima publicidad no contextual en (tu) plataforma (propietaria) de videoclips. Era en el cumple, con unos amigos, ganas de buena música. Seguimos hablando de música. Pero te apagamos.
En fin, he cambiado.Necesito más.
Y, bueno, es que estás atascada en el pasado. Nunca hemos “hablado” en realidad, ¿me entiendes?. Mis horarios son una locura y no tengo tanto tiempo como antes de hacer las cosas que te gustan. Ya sabes: ocuparme de TUS tareas, completar TUS encuestas, leer TUS enésimas nuevas cláusulas para descargar drivers, enviarte faxes (¿?), escribirte TUS cartas con TUS formas. Está bien de vez en cuando, pero tengo también otros hobbies, nuevos intereses. Sé que no te gusta la cantidad de tiempo que paso en la web (aunque sea contigo, para eso tenía tu Smartphone) y en las redes sociales (¿me repito? ¿te lo explico de otra forma?), pero no se trata (todo el tiempo) sólo de ti.
No me gusta hacerte daño pero, he conocido a alguien más. A otra marca.
En serio, no tenía intención que sucediera. Nos conocimos online -en una red social- y, al principio, sólo de vez en cuando, charlamos. Nos reimos. Pero entonces pasó algo …. Conectamos.
Esa es la cuestión: estamos realmente conectados. Ella me habla de sí misma, comparte conmigo sus historias, información divertida e interesante. Y luego, quiso conocerme. Sí, ella a MÍ! … verás, no todo fue sobre ella. Me escuchó, se preocupó, me contestó, me preguntó. Puede que te sorprenda que te lo diga, pero simplemente, me hizo sentir bien, que valía la pena. Estaría mintiendo si te dijera que eso no significaba nada. Ella me ganó con un “Hola, ¿cómo te puedo ayudar?”. Fue a mas. Todas las noches me saluda. Por mi nombre. Y en tu tan temida diferencia de opiniones, me dio la razón sin dudarlo. ¿Acaso se necesita una prueba mas?
Contigo siento que la relación siempre ha sido unilateral y sólo te preocupabas por una cosa: qué podía hacer yo por ti. Te has llevado mi corazón roto, me lo has vaciado y me has devuelto uno maltrecho y usado (por si te supera la analogía, cada vez que te pedí que cambiaras, que reemplazaras mi terminal, mareaste la perdiz, tardaste centurias en decirme algo, si hiciste algo fueron chapuzas, enviaste pedazos, usaste los peores transportes para ahorrarte céntimos y destrozaste sueños digitales borrando inutilmente tarjetas porque para ti, el problema nunca podía estar de tu lado)
¿Y yo que? ¿Qué hay de lo Yo quiero? ¿Qué hay de escuchar las cosas que a mí me pasan, eh? Porque te recuerdo que fuiste tú quien me vino a buscar, regalándose, ahora veo, solo queriendo figurar. Claro, no fue solo conmigo. El tango no me enseño nada, según parece.
Te defendido frente a todos mis amigos. Cuando hablaban mal de ti, traté de serte fiel. Ni siquiera estabas allí para defenderte. Me sentí un inútil.
Así que éste es el adiós. Espero que lo entiendas. Que necesitaba más de tí de lo que tú estabas dispuesta a dar.
Espero que todavía podamos ser amigos.
Bueno .. tal vez no, porque ¿sabes qué, Sony Fony Phony? Ahora, ahora mismo… sólo me das asco.
Nada mas. Ni el saludo del final te mereces,
Tú ex fan, tu ex enamorado de tu marca, tu ex cliente