Querido Diario (6) Señor Anónimo: hablemos de respeto

Hoy la devoradora vuelve a compartir con vosotros las páginas de su Querido Diario… Leerlo o cerrarlo es cosa vuestra, pero si os interesa lo que os pueda contar… adelante ♥

Desde ya os digo que esto es un grito al mundo que va para largo, una queja en toda regla: una de las que nos afecta a toda la bloggosfera.

Si hay algo que practico, valoro y predico, es el RESPETO. Sí, con mayúsculas, porque es algo importante. Apoyo la libertad de expresión, y por ello puedo estar orgullosa al decir que, en todos el tiempo que llevo vagando por la blogosfera, nunca he borrado un solo comentario. Hasta ahora.

Los comentarios anónimos están permitidos, y aunque he estado tentada de prohibirlos, ahí siguen: por la libertad de expresión. Hoy quiero dedicarle unas palabras a esos anónimos que, de tanto en tanto, dejan algún comentario en entradas varias. No a todos, por supuesto, porque estoy encantada de leer a muchos de ellos, que comentan como cualquiera de vosotros, opinando con cabeza. Este mensaje va para esos anónimos que comentan para no aportar nada, para hacer gala de faltas de ortografía, mala lengua, falta de educación y, en resumen, insultar sin ton ni son y faltar al respeto a los demás. A ellos, les pido RESPETO.

Porque este es MI blog, en el que doy MI sincera opinión sobre los libros que leo según MI criterio y MIS gustos personales. Cuando un libro me gusta y veo que otra persona lo deja por los suelos, digo que a mi me gustó por X o Y razón, pero respeto la opinión de esa persona; cuando odio un libro pero a otro le gusta, dejo clara mi postura ante el libro en cuestión (con educación, of course) y también respeto la suya. Y no dudo al decir que todos los bloggeros compartimos esta forma de actuar y nos respetamos unos a otros.

Pero cuando el Señor Anónimo llega a una de mis reseñas, la lee (cosa que ni siquiera estoy segura que haga, por cierto) y me deja un comentario en el que me insulta, me enfado. Y si además de a mí insulta a los demás, me cabreo aún más. Siempre he respondido esos comentarios con todo el buen tacto que he sido capaz, teniendo en cuenta que no me apetecía abrazar a esa persona precisamente, y me he callado. Pero es hora de quejarse.

Son muchos los comentarios que he recibido en reseñas negativas del estilo “Es el mejor libro que he leído, y todo aquel que diga lo contrario es tonto” (casi siempre con lenguaje sms y muchas faltas de ortografía, cómo no). Pero como si os hablase de todos y cada uno de ellos no acabaría nunca, os pondré un único ejemplo: un pequeño fragmento de un comentario escrito por un tal Sr. Anónimo que no conoce la palabra respeto:

A TODAS LAS K OPINAN K ESTE LIBRO ES UNA PORQUERIA,
LES IDGO K ELLAS SON LOS PEDAZOS DE PORQUEIR.

A los lectores que habéis logrado llegar hasta aquí: ¿Qué pensáis? Yo: que es insultante, irrespetuoso y que la persona que lo escribió debería avergonzarse, y mucho. El Señor Anónimo dejó esas palabras porque a una servidora no le gustó demasiado Oscuros (reseña aquí), así que si alguno de vosotros forma parte del grupo que no adoró el libro, daos por aludidos: acaban de llamaros pedazo de porquería. En-fin. Que cada uno saque sus propias conclusiones de cuán aburrida debe estar una persona para escribir eso y de qué le habríais dicho vosotros. Yo, me callo y sigo.

Ayer publiqué la reseña de A punta de espada: una joyita que se llevó un 5/5 por mi parte, ya que disfrute de la historia y de la magnífica pluma de la autora. De pasada, os mencioné que la autora tocaba un tema que muchos consideran delicado: la homosexualidad y la bisexualidad. Y otro Señor Anónimo (¿o será el mismo?) decidió regalarme en un comentario un poco de su sabiduría estupidez. Me soltó un pequeño discurso de 8 ó 9 líneas en el que, sin una pizca de respeto ni decencia, repitió hasta la saciedad que la homosexualidad era una enfermedad, que las personas que la sufren (WTF?! Ö) deben tener el suficiente respeto de alejarse de los demás (doble WTF!?) y varios insultos más dirigidos a tod@s l@s homosexuales (y a un bloggero en concreto, se ve que la cosa es atacar a la bloggosfera en el anonimato); para dejarlo claro, lo menos fuerte que dijo fue (y cito textualmente) “maricón de mierda”.

Esta, señoras y señores, ha sido la primera vez que he borrado un comentario en el blog. Porque puedo aguantar que me insulten, que generalicen llamando de todo a todo el mundo atacándome a mi directamente, pero no puedo soportar que tremenda desfachatez y tontería esté en mi rincón: porque el respeto es fundamental, y no voy a permitir que nadie venga aquí a insultar a los demás (y mucho menos a un bloggero) por su inclinación sexual ni NADA.

A ti, Señor Anónimo, te digo: hablemos de respeto. Hablemos de por qué el mundo está lleno de gente como TÚ que viene a tocarle la moral a los demás. Hablemos de por qué crees que la gente no puede ser tal y como es, cuando son personas libres. El respeto es algo fundamental en la sociedad: es ética, es moral, es consideración, es deferencia, es reconocimiento, es dignidad, es aceptar, es comprender. Señor Anónimo: hablemos de por qué tú no tienes nada de eso y no respetas a los demás tal y como lo hago yo.