- Si un cliente está satisfecho con un servicio, se lo comunica a una media de 8 personas de su entorno personal.
- Por el contrario, si se está insatisfecho, lo comunica a una media de 22 personas.
- En el peor de los casos, estas 22 personas transmiten a su vez el comentario a su entorno personal, 8 personas = 176 personas.
- 26 de cada 27 clientes que han recibido un servicio deficiente por parte de una empresa no formulan una queja.
- La mayoría de clientes no reclama, simplemente cambian de lugar.
El tema de la jarra de agua es de los más recurrentes. Entiendo que si vas a un sitio de playa donde el agua del grifo no suele ser da gran calidad, la pidas mineral, pero en ciudades como Madrid, que tenemos una de las mejores aguas de España no hay ninguna necesidad de incurrir en este gasto, además de que a mi en particular el agua mineral no me gusta. En países como Francia es obligatorio servir una jarra de agua fresca nada más sentarse los comensales a la mesa, nos queda mucho por aprender. Quizás lo que más me moleste es la mirada del camarero cuando se la pides pensando que eres un cutre, cuando los cutres son ellos.
Otro tema muy español es cobrar el pan o el cubierto. En la mayoría de las ocasiones ni siquiera llegamos a pedir el pan pero nos lo cobran, un detalle feo donde los haya, sin meternos a valorar lo que vale una barrita de pan y al precio que te lo cobran.
En definitiva, son pequeños detalles que si muchos sitios limaran y mejoraran ganarían en clientela seguro. Recapaciten!
Todo este post está basado en mi más sincera opinión, espero las vuestras en los comentarios.
¿Qué detalles no os gustan cuando salís a comer fuera? ¿Sois de pedir jarra de agua?