No quiero empezar diciendo que este año he sido muy buena y que me merezco la luna, porque sé que no es cierto, pero oye si cae no diría que no. Sólo he sido yo, con mis más y con mis menos. He sido lo mejor que puedo llegar a ser o eso creo yo.
Ya ha pasado un año desde que te escribí la última vez… y, es que, no hace falta ser un niño para tener ilusión por estas fechas, ¿Verdad?
A mi estas fechas me encantan, las luces, la música y la magia son mi perdición. La navidad es para todos los públicos, ¿no?
Que ganas tenía de deciros, señores majestades, todo lo que he estado pensando durante este año y aquí estoy, un año más ¡Ya era hora! Lo cierto es, que no me trajisteis todo lo que pedí el año pasado. Y, no lo entiendo, si hasta me comí el dulce carbón que me dejasteis bajo el árbol del año anterior, duro y todo.
Este año no quiero pediros miles de regalos.
Tampoco quiero la paz en el mundo, que con la que está cayendo últimamente me parece algo imposible hasta para ustedes.
Simplemente quiero lo que cualquier persona quisiera en mi situación, quiero lo que llevo buscando con este Blog desde que emprendí este camino, quiero un empleo, quiero mi empleo.
Pero como este año uno de mis propósitos es ser más positiva y comprensible. ¡¡Difícil, pero lo conseguiré!!
Acepto y comprendo que todavía no sea mi momento. Me ha llevado un tiempo tener este pensamiento, eh, pero, por fin ¡lo tengo!
Quiero deciros algo a vuestro favor y es que me habéis hecho la persona más feliz por segunda vez en mi corta vida. A mis dos patitos puedo decir que he sido tita por segunda vez y eso es algo de lo que puedo estar muy pero que muy orgullosa.
Así que por el momento, mi mayor deseo es para ellas, para mis dos princesas. Este año tenéis un poquito de menos trabajo para mí, pero más para ellas.
Felices fiestas y, os espero despierta.
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