Queridos Reyes Magos:
Este año he sido una buena bloguera: además de publicar un montón de reseñas escritas con criterio, he contestado los comentarios de los lectores y les he recomendado libros a través del correo. También he hablado alto y claro sobre temas en los que muchos piensan pero pocos se atreven a expresar su opinión, aunque me haya costado alguna que otra crítica. En definitiva, he intentado hacer de este espacio un lugar con personalidad, que no se vende por cuatro palabras bonitas y ante todo mantiene su amor por la literatura de calidad.
Por todo esto, este año no voy a pediros ningún regalo porque estoy satisfecha con lo que consigo yo sola. Eso sí, si en el viaje de vuelta queréis llenar vuestros sacos vacíos, pasad por este rincón y recoged a los escribidores que creen que estoy a su servicio, a los blogueros plagiadores, a los anónimos maleducados y a las personas dañinas en general, que solo se mueven por la rabia y la envidia.
Y si os parece demasiado, al menos dadme la energía suficiente para aguantarlos un año más.
Con cariño,
Rusta