Tres jóvenes discapacitados ejercen de conserje en el consistorio gracias a una experiencia piloto que finaliza en enero
«Queridos Reyes Magos: queremos seguir aportando nuestros granito de arena a la sociedad y seguir trabajando, si puede ser, en el ayuntamiento de nuestro pueblo». Este es el único regalo que Tito Barona, Vicent Pastor y Vanessa Moran van a pedir a los de Oriente en la noche del 5 de enero de 2014. Y es que estos tres jóvenes dejarán de trabajar de conserje en el consistorio de Dénia el próximo 31 de enero porque el contrato suscrito hace tres años, se acaba, sin saber que les deparará el futuro.
Su caso podría ser como el de muchas otras personas que, ante la actual situación económica, se quedan sin empleo, pero no lo es.
Barona, Pastor y Moran forman parte de una iniciativa pionera puesta en marcha por el consistorio para facilitar la inserción laboral de aquellas personas con una discapacidad intelectual igual o superior al 50%.
Desde 2011, los tres llevan desempeñando las funciones de conserje ordenanza en los departamentos de Atención al Ciudadano, Gobernación y Urbanismo y se han ganado el cariño y respeto de ciudadanos y jefes directos que son los ediles María Mut, Javier Ygarza y la alcaldesa, Ana Kringe. Además, Vanessa, Tito y Vicent insisten en que su trabajo les ayuda en su desarrollo personal e intelectual ya que no dejan de aprender día tras día.
Se levantan a primera hora de la mañana y acuden a sus respectivos puestos de trabajo. Tito Barona, en el área de Atención al Ciudadano; Vicent Pastor, en Gobernación y Vanessa Moran, en Urbanismo.
Tienen un contrato laboral reducido y desempeñan,entre otras funciones la de atender el teléfono, recoger el correo y ayudar a los vecinos que acuden a realizar cualquier gestión y desconocen los trámites a seguir en las diferentes áreas.
Vanessa, con 26 años, es la más joven de los tres y como Tito, de 37 años, tiene síndrome de Down, un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21. No obstante, ello no supone ningún problema para su trabajo y quehaceres diarios. De hecho, tras su jornada laboral, destinan las tardes a estudiar, a la música, hacer deporte o trabajar en la falla, pues como narra Tito, él es el presidente de honor de la comisión del Centro.
Este joven asegura que, además, ayuda en la labores de la casa y que siente pasión por sus dos sobrinos, Ignacio y Begoña.
Vicent Pastor tiene 36 años y cuenta, muy emocionado, que sufrió un accidente al nacer y por eso le falta movilidad en una mano. Amante de la música y de Paco Muñoz, presume de su sobrino Bosco, que acaba de cumplir nueve meses.
Lo que más les preocupa a los tres es saber que en febrero ya no seguirán en sus puestos de trabajo, aunque confían en que esta experiencia piloto, que comenzó hace tres años, se vuelva a repetir, puedan presentarse a la convocatoria y, con suerte, resultar seleccionados.
http://www.lasprovincias.es/v/20131207/marina/queridos-reyes-magos-queremos-20131207.html
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Revista Solidaridad
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