Queridos spoilers de Juego de Tronos: lleguemos a un acuerdo

Septiembre de 2011: acabo de leerme Juego de tronos, el primer libro de la saga Canción de hielo y fuego. Me dispongo a ver, con toda la tranquilidad del mundo, la primera temporada de la serie, estrenada en abril de ese mismo año.

[SPOILER] Todas y cada una de las muertes en los cinco primeros libros

Junio de 2013: estoy esperando a que termine la temporada 3 para verla entera de una sentada, como ya hice con las dos anteriores. Mis compañeros de piso empiezan a engancharse. Ven la primera temporada. Ven la segunda. Empiezan la tercera. Y los amagos de spoilers. Y los chantajes. Y el bullying. Me veo obligada a ver cinco capítulos en una tarde para ponerme al día y ver con ellos los dos siguientes esa noche. El resto de la temporada, los veríamos juntos de manera religiosa el día del estreno.

Mayo de 2016: estoy en un bar llegando a un interesante acuerdo con parte del grupo de amigos. Consiste en que me inviten a jägerbombs a cambio de no hacerles spoilers sobre lo de Jon Snow, capítulo de la sexta temporada estrenado esa semana.

Y la vida real también

No sé si esto fue así desde siempre y yo era una inocente espectadora que lograba esquivaros con facilidad, o si en los últimos años os habéis colado por todas las rendijas de internet, pero creo que os estáis empezando a pasar un poco. No hay lunes en el que no tema encontrarme con uno de vosotros en cualquier momento, y no consigo respirar aliviada hasta ver el capítulo de la semana, como quien logra completar con éxito una carrera de obstáculos. Hasta entonces, miro de refilón mi muro de Facebook, plagado de memes; y paso con cautela por mi timeline en Twitter, donde se suceden uno tras otro comentarios que aún no comprendo, pero que ya me empiezan a chafar la historia.

Spoiler Man, el villano más temido

Sé que nunca desapareceréis, sé que estoy condenada a vivir con vosotros, sé que vuestra razón de ser no es más que joderme las sorpresas; pero creo que sería bueno que llegáramos a un acuerdo, una paz armada o lo que os apetezca. No reclamo demasiado: solo pido no toparme con vosotros cuando aún no he disfrutado de mi capítulo semanal. A cambio, yo prometo verlo cuanto antes: sola, acompañada, llueva, nieve o tenga que saltarme compromisos sociales para llegar a tiempo. Reconocedlo: yo no os merezco. Yo no soy vuestro enemigo. Los que esperan al martes, los que dicen eso de “ya lo veré”, los que dejan pasar la semana y ya si eso se ven un par… esos sí son vuestro objetivo. Y, si lo necesitáis, puedo ayudaros a darles su merecido. Con jägerbombs de por medio o no.

Sin robaros más tiempo, se despide atentamente,

Irene