En el 2009 Quino dijo que se retiraba para refrescarse. Por eso no sé si este libro es producto de su vuelta o lo que quedaba por ahí, pues el hasta ayer último libro de él publicado por Lumen es del 2007. Hay 2 años en los que presumiblemente Quino siguió en activo. En todo caso, sea este su último libro o no, con esto termino el repaso de toda la obra gráfica de este genial autor, excluyendo Mafalda, publicada en España. Leer de forma seguida una obra de humor gráfico editada durante cerca de 50 años hace que se aprecien muchas cosas sobre ella. En este caso las dos más importantes son que Quino es un autor y que no hemos cambiado en nada todo este tiempo a pesar de la prosperidad y el gran avance tecnológico. A lo largo de estas 14 obras, si no he contado mal, el humorista argentino reflexiona, su humor es siempre filosófico y por eso genial, sobre los mismos temas, el capitalismo de consumo, la democracia de masas, la Medicina, la cocina, la familia, la edad (cada vez más presente), el cristianismo y el sexo. Todo con un toque progresista y moderno, aunque el siglo XXI ya se le hace bastante incomprensible. El otro tema da mucha tristeza a pesar de Quino. Los temas sociales, otra cosa que distingue a este autor es su compromiso social, siempre son los mismos, la pobreza, las desigualdades sociales, la codicia y egoísmo de los ricos-Primer Mundo, la deshumanización, la crisis (la de los 70, la de los 90 y la actual), la tragedia del Tercer Mundo, etc. Todo un catálogo que prueba que el progreso nunca es tal, ninguno de los problemas que había hace 50 años, que ya están presentes al principio de la Historia, se han resuelto. Ahora somos más listos, más ricos, más sanos, más pacíficos y más sabios pero nada de ello ha resuelto el origen de la mayoría de los problemas tratados por Quino, el desigual reparto de la riqueza resultado del despotismo y de la codicia. Ni los ricos ni los poderosos han hecho nada por hacer más justas las reglas del juego que la humanidad se ha dado que rigen la vida de las personas y los estados. Este es el legado de la obra de Quino.