Un
estudio australiano intentó determinar qué síntomas podrían predecir mejor el
cáncer de intestino. Los autores recogieron datos sobre alrededor de 8,000
pacientes con una variedad de síntomas, incluyendo sangrado rectal y
estreñimiento, que se sometieron a una colonoscopia. Los siguieron para ver a quién
se le había diagnosticado un cáncer o un pólipo grande durante la
colonoscopía. Descubrieron que, aparte de la edad, el sangrado rectal era el
mejor predictor del cáncer de intestino. Otros síntomas comunes como el dolor
abdominal o el estreñimiento por sí solo no se asociaron con el cáncer de
intestino, lo que sugiere que la colonoscopia en estos casos era innecesaria. Los
pólipos pequeños crecen lentamente y pueden tardar diez años o más en
convertirse en cáncer de intestino. Esta es la razón por la que se considera
inapropiado continuar la detección en personas mayores de 75 años. En los
jóvenes, a menudo se realiza una colonoscopia para detectar la enfermedad
inflamatoria intestinal , pero las nuevas pruebas de heces no invasivas pueden
seleccionar a las personas con mayor riesgo. Los jóvenes con síndrome de
intestino irritable también pueden someterse a colonoscopias repetidas para
tratar de encontrar una razón alternativa para sus síntomas, pero esta estrategia
generalmente no es útil. En los pacientes que tienen un mayor riesgo de cáncer
de intestino debido a antecedentes familiares, con un examen de heces positiva
para sangre, o tiene rectorragia la indicación es totalmente justificada.