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La frase es de Lao Tse. Completa es así: “Gobierna mejor quien gobierna menos. De los buenos líderes, la gente no nota su existencia. A los no tan buenos, la gente les honrará y alabará. A los mediocres, les temerán y a los peores les odiarán. Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes, la gente dirá: «lo hemos hecho nosotros».”
Y me trae a la cabeza por una extraña asociación los espectáculos de patinaje. En ellos ves a personas que se deslizan con absoluta naturalidad por el hielo, haciendo cosas increíbles como si estuvieran al alcance de cualquiera. Quizás el arte máximo es hacer lo que te corresponde, dejando la sensación de que es sencillo, y de no especial valor. El Líder, está en todo lo que pasa, pero si la gente aprecia su mano, esta se convertiría en una formula pesada “no tenemos libertad…” o en un salvavidas castrador “no te muevas hasta que no lo vea el jefe”.
Esos jefes “caudillos”, o “salvadores” me producen mucha inquietud. Para momentos específicos, cuando el barco se hunde, entiendo que pueden ser necesarios, sobre todo en barcos mal organizados dirigidos por impulsos. Pero para la marcha normal de la empresa, comparto más la sabiduría de Lao Tse, si eres jefe, procura que tu mano se vea poco. Que los demás entiendan que han llegado a la meta, debido a su propia capacidad. El arte, quizás, no sea dirigir.
El arte es hacerlo sin ser visto: ¿quién es el Presidente de Suiza? ¿Tienen?