La frase se complementa con otra igual de magnífica: “los amigos pasan, los enemigos se acumulan”. O de la sabiduría islámica: “ espera en la puerta de tu casa hasta ver pasar el cadáver de tu enemigo”.
Los enemigos, en la empresa, existen. Profesionales, no hay nada personal, o personales (donde además si suele haber mucho profesional). Lo curioso, es que no se habla de ellos. En la mitología empresarial, lo bonito y lo que se lleva, es hablar del trabajo en equipo, las sinergias, la integración, y todas esas cosas propias de las bondades del alma humana. Que no esta mal. Pero que solo es una parte de la historia, y no siempre la mayor.
Localiza a tus enemigos. Los tienes. No eres tan maravilloso ni los demás están interesados en comprender tus motivos. Y ahora, no te creas que los que has localizado son todos los existentes. Hay mas. Hasta si piensas que “yo no importo demasaido”, te garantizo que los hay. Anota sus nombres. Y recuerda incluir a los enemigos de tus amigos, porque en la empresa, muchas veces los enemigos no son por ti, son por el lugar que ocupas y junto a quien lo ocupas.
¿Te doy algún consejo para convertirlos en amigos? Seria absurdo, por cada converso, te crecería un nuevo opositor. Mas bien te diría que lo que te interesa es neutralizar su acción, no lograr su cariño. Y para ello, una certeza: cuanto mas débil te vean, con mas virulencia iran a por ti. Por tanto, piensa en los enemigos como en los virus: solo son fuertes cuando tu sistema inmunitario falla.