En mi iglesia hay una escuela para todos aquellos que quieran prepararse para servir, se llama EDE (Escuela de Discipulado y Entrenamiento)
En noviembre del año pasado, en el tercer nivel de la escuela, el profesor nos hizo a cada uno la siguiente pregunta: ¿Quién es Dios para ti?
Escuché a muchos decir “Dios es mi amigo” “Dios es mi sanador” “Dios es Jesús” “Dios es el Espíritu Santo” “Dios es mi Padre”… cuando fue mi turno de responder dije: “Dios es mi Luz, la Luz en tinieblas” Para ser sincera me hubiera gustado responder de una manera más… ¿Espiritual? ¿Teológica?
El profesor nos escucho a cada uno de nosotros y al final nos dió su opinión; ahora tengo una mejor respuesta gracias a la explicación que el profesor nos dió, básicamente voy a complementar la respuesta del profesor con la mía.
Aunque suene algo cliché y tal vez muy explotado Dios es mi todo, sí, mi universo. Creo que ese sería el adjetivo más cercano a lo que es Dios, un ser infinito, de igual manera pienso que no podemos encapsular a Dios en un solo concepto.
Dios es muchas cosas: Dios es Sanador, Salvador, Libertador, Restaurador, etc. Dios tiene muchas cualidades, tantas que podría escribir tomos de libros, y como dijo mi profesor: “tú puedes decir quién es Dios conforme las cosas que han pasado en tu vida” por ejemplo alguien que estaba enfermo y fue sanado, Dios es su Sanador, para alguien que que era cautivo, en cualquier manera ya sea mental o física, y fue liberado, Dios es su libertador, para un huérfano desamparado que ha encontrado consuelo y amor, Dios es su Padre.
Ahora ¿Quién es Dios para mí?
En lo personal lo más impactante que fue Dios para mí o mas bien es Dios para mí… es exactamente la respuesta que dí, Dios es mi Luz.
Cuando lo conocí tenía un espíritu muerto, no sentía su amor, aún yendo a la iglesia desde pequeña, nada lograba llenarme.
Fue un día de abril del 2015 que pude verdaderamente sentir su amor y darme cuenta del sacrificio de Cristo, fue tan increíble, parecía como si un interruptor de luz se encendiera.
Entendí que no estaba sola, que aún en mi pecado, muerte espiritual, tristeza, ansiedad y oscuridad, ahí estaba Él alumbrando con su luz, siempre estuvo ahí, siempre fue la luz en tinieblas. Porque aún cuando yo no tenía una convicción de quién era Él, aún cuando yo no sabía realmente que Él era el que me hacía sentir amada, en esos momentos tan amargos, yo podía sentirlo y ese abrazo que a veces necesitaba lo sentía cuando estaba llorando, cuando me sentía el ser me sentía el ser más solitario del mundo había una voz que me decía “No estás sola”
Así que para mí Dios es luz, la luz que siempre estuvo conmigo pero que nunca me di cuenta, la luz que acabó con las tinieblas.
“Dios es luz y en Él no hay ninguna oscuridad” 1 Juan 1:5
¿Quién es Dios para ti?