En Italia la mujer del momento con más éxito se llama Miuccia Prada, presidenta de la marca Prada, una de las pocas italianas que aparecen en las clasificas de las las mujeres de más poder del Wall Street Journal y de Forbes, juntos con Donatella Versace.



Los bolsos llegan a Hollywood, se ven en las manos de las stars. El cuidado de los detalles hace subir los precios, no todos se pueden permitir un bolso firmado Prada, ya es tendencia.

Para Miuccia no existe una regla en la moda pero sí una fortuita mezcla entre dos opuestos.



Su éxito mundial es debito también a importantes colaboraciones con arquitectos, Rem Koolhaas e Herzog & Meuron, que han proyectado los espacios expositivos vanguardistas a New York, Los Ángeles, y Tokyo.

En todos estos años de trabajo como Personal Shopper me he dado cuenta que Prada o se ama o se odia, no hay medias medidas, pero, quien la ama le queda fiel por toda la vida.


“Non me gusta el buen gusto, no me gusta el bello. La elegancia y el buen gusto no son fáciles, me aburre rendirme a sus poderes. Cuando lo hago salen colecciones que gustan demasiados. Yo prefiero mi alma trash, creo que después de los años ’60 el buen gusto ha muerto. Yo quiero analizar lo feo. Lo hacen los artistas y el cine, porque no debería hacerlo quien crea moda?”
Miuccia Prada
