A la crisis del transporte que empezó hace once días con un paro minoritario de camiones hace ya 10 jornadas se han ido sumando nuevas asociaciones y patronales del sector que ya ha provocado que grandes empresas de alimentación tengan que interrumpir su producción o estén al borde de hacerlo. Taxistas, autobuses y ambulancias privadas o conductores de alquiler también se preparan para una movilización conjunta por los precios del combustible. La flota pesquera está también prácticamente parada. Los agricultores temen lo peor. Y el paro patronal auspiciado por una plataforma no perteneciente al Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) –entidad que da cobijo al sector ante el Gobierno– se traduce ya en el desabastecimiento de determinados productos en los supermercados. Una protesta respaldada por la ultraderecha, alimentada por la crisis de representación que afecta al sector. Auspiciado por una plataforma no perteneciente al CNTC –entidad que da cobijo al sector ante el Gobierno– la crisis se traduce ya en el desabastecimiento de determinados productos en los supermercados. ¡
Manuel Hernández, un camionero manchego, la cara visible del movimiento de Plataforma Nacional para la Defensa del Transporte, grababa hace apenas nueves meses un discurso bajo el título “¡Despertar ya cojones!”. En él, Hernández dejaba caer la semilla de lo que no tardaría en llegar: “Cuando tengamos fuerza hay que plantarle cara a quien haga falta”. Una plataforma que, tal y como denuncia, busca revertir la precarización que aqueja al sector del transporte, devolverle a un tiempo pretérito en el que “había un respeto y unos precios con los que se podía vivir”. Un vídeo en el que no dudaba en cargar contra parte del sector: “Estoy ya hasta las narices de cobardes, de acomodaos, de borregos”.
De esta forma, la Plataforma Nacional para la Defensa del Transporte que lidera Hernández intenta lo que de verdad le interesa: derribar al Gobierno socialista. Si nos atenemos exclusivamente a las declaraciones de Hernández, se cuela un innegable cariz antisistema. No en vano el CNTC, órgano que representa a los empresarios camioneros ante el Ministerio de Transportes, es calificado por Hernández como “el mayor enemigo del pequeño transportista” porque, a su entender, sobrerrepresenta a las grandes empresas y silencia a los camioneros autónomos. Y, lo que es más alarmante, también desliza un discurso belicoso a tener en cuenta: “No se puede pedir que se gane una guerra si antes no se forma un ejército”. Una protesta que recuerda la de las patronales del transporte contra el Gobierno de Salvador Allende en Chile, en otoño de 1972, justo un año antes del golpe de Pinochet. Fue financiado por la CIA, que buscaba desestabilizar al gobierno socialista. Una protesta que recuerda la de las patronales del transporte contra el Gobierno de Salvador Allende en Chile, en otoño de 1972, justo un año antes del golpe de Pinochet. Fue financiado por la CIA, que buscaba desestabilizar al gobierno socialista.