Revista Opinión

¿Quién la tiene más grande?(La bandera).

Publicado el 06 octubre 2013 por Jangas

“En todo nacionalismo burgués de una nación oprimida hay un contenido democrático general contra la opresión. Y a este contenido le prestamos un apoyo incondicional al mismo tiempo que rechazamos la tendencia al exclusivismo nacional, y luchamos contra la tendencia del burgués a oprimir …”
Lenin

Recientemente, el alcalde de Palencia ha planteado en la Junta de Gobierno local la posibilidad de realizar un homenaje a la bandera, el próximo 8 de noviembre de 2013, con una serie de actos organizados por la Comandancia militar de Valladolid y Palencia, al que el equipo de gobierno del Ayuntamiento ha abierto las puertas de par en par.

El partido popular de Palencia llama participación ciudadana a organizar un acto desde fuera del Ayuntamiento y luego invitar a los portavoces de los grupos de la oposición para que nos sumemos a ellos. La posición de Izquierda Unida no es la de estar en homenajes a las banderas de 14 metros, ni en desfiles militares. Consideramos que no están los tiempos para dispendios innecesarios y que ninguno de esos planteamientos obedece a las preocupaciones de la mayoría de las personas de nuestra ciudad. Por no hablar de los problemas de tráfico que puede generar cortar una de las grandes avenidas de la zona sur en viernes.

Ni aunque se hiciera con la bandera republicana, nuestro grupo acudiría. El 14 de abril realizamos unos actos, no a la bandera, sino a la causa republicana y a quienes murieron en defensa del orden democrático. Y lo hacemos con un coste nimio y junto con la Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, desde hace mucho años porque consideramos que es de justicia. Lo importante es el sentimiento y la calidez con que se organiza un acto y que dicho sentimiento vaya calando entre la población palentina, que cada vez tiene más conciencia republicana. Entendemos que no son precisos grandes gastos para honrar la memoria.

La bandera y su tamaño me sirven para introducir no un debate sobre una austeridad que no se aplica a este tipo de gastos, sino sobre los nacionalismos, que obviamente, existen. (El argumento de que el mástil y la bandera lo paga el ejército es absurdo, puesto que al final lo pagamos igualmente.)

Utilizaré una definición de Paco Fernández Buey para definir que son los nacionalismos: “la forma moderna (es decir, política) de los arraigados sentimientos de pertenencia a (e identificación con) la comunidad propia que son observables en la mayoría de las culturas históricas premodernas”. Agradezco el artículo de Salvador López Arnal Tesis y reflexiones de Francisco Fernández Buey sobre los nacionalismos y aprovecho algunas de esas tesis para la redacción del presente.

Tengo una definición más de andar por casa que hacía el teólogo Jon Sobrino en un escrito suyo espiritualidad del anti-imperialismo: Decía también es esta espiritualidad “defender un “nacionalismo”, bien entendido como el derecho a la diferencia: la defensa de la bondad (de la creación de Dios), en diferentes pueblos, tradiciones, culturas y religiones.” Los paréntesis son míos.

Una cosa es valorar lo propio y defender el derecho a la diferencia, y otra muy distinta que el problema sean los otros y la reafirmación de lo propio como negación de lo de los demás. Que para pertenecer a una nación e identificarme con el resto de miembros de una comunidad, tenga que minusvalorar a los demás implica construir una nación excluyente a otro tipo de gente que pueda pertenecer a ella. ¿Cómo se puede garantizar eso?¿Por qué potenciar lo que nos separa?

Uno de los problemas de España, incluida la izquierda, es que es incapaz de plantear un proyecto de país incluyente que acoja al resto de planteamientos culturales o políticos dentro de sí. Lo cual explica fácilmente que en Cataluña crezca el sentimiento catalán y la voluntad de independizarse de España. De ahí la insistencia de Izquierda Unida en que haya un proceso constituyente que consiga construir sobre bases más sólidas y con una mayor participación de la ciudadanía un nuevo país. Diríamos con Salvador y Paco: Con independencia de consideraciones sobre adónde puede llegar a conducir en su día el nacionalismo político de la nación pequeña, “se puede (y seguramente se debe) estar a favor de quienes reivindican políticamente la propia identidad frente a la nación grande y oscura”.

Desde nuestro punto de vista el acto que organiza la Comandancia con la complicidad municipal pertenece a la reivindicación de la nación grande y oscura. La izquierda se quiere desprender, no de todo nacionalismo sino de algunos cuyo interés está en potenciar las diferencias en lugar de encontrar lugares comunes que fomenten la solidaridad y otros valores humanos.

Tampoco quisiera caer en plantear negativamente el acto por ser  castrense ya que no esa la causa por lo que nos oponemos. No podemos dejar a la derecha apoderarse del ejército, mientras siga siendo necesario. ¿O creemos acaso que todos los militares, por el hecho de serlo, tienen que ser de derechas? Nos estaremos equivocando.


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