Revista Televisión
En fin, no se por donde empezar. Hace mucho tiempo que noactualizaba el blog, y me gustaría decir que no he podido, pero la verdad esque no he querido. Como suelo leer otros blogs, tengo la sensación de que atodo el mundo que escribe uno le acaba pasando algo parecido, siempreencuentras un momento en que lo van a dejar y luego, por algún motivo siguen.Vamos a saltarnos esa parte y pasaremos directamente a que me apetece volver aescribir. Quizás es solo por que me apetece, o quizás solo necesitaba que alguienme dijera que le interesa lo que opino (soy así de simple). El caso es que meapetece hablar de lo que sea, quizás no solo de tele, y creo que he recuperadolas ganas de decirle al mundo lo que opino aunque a este le importe mas bienpoco o nada. Empezamos, como no, con el nuevo programa de mi adorada LujanArgÜelles.
El pasado lunes se estreno en Cuatro, ¿Quién quiere casarsecon mi hijo?, un nuevo docu-show, del estilo de Granjero busca esposa, mas omenos.Empezare quejándome de lo poco que vimos a Lujan, a penasacompañando a cada concursante a la sala donde conocería a sus pretendientes.Quiero verla mas, que voy a tener que recuperar Password para quitarme el mono.Del programa hay mucho que decir, pero antes algunasaclaraciones. La mayoría de participantes en este programa no tendrían el mas mínimointerés de no ser por los conflictos que se generaran entre ellos. Por que la mayoríano necesitarían un programa de televisión para conseguir pareja, y por parejame refiero a un polvo, que es lo que buscan. Por eso, salvando un par deexcepciones, lo que nos interesa es ver como se sacan los ojos entre ellos, yviendo el material, cuando peor se pongan las cosas mejor nos lo vamos a pasar.
Asi por encima, entre los mozos casaderos tenemos: un pijode derechas (¿esto es redundante?), un informático virgen (¿y esto?), un científicostriper, un estudiante modelo y un empresario gay. Espero que los dos primerosnos den el juego que prometen, por que los demás son de lo mas patético yprevisible.Otra cosa son las madres ,esas si son divertidas y además nose cortan un pelo. Pueden ser tan patéticas como sus hijos, pero no se cortannada con sus opiniones. De hecho ya hay quien ha tachado el programa de racistay clasista cuando no es cierto. La gente es eso, los programas no. De todasformas si no se pudiese emitir por televisión nada racista y clasista Intereconomiaseria un fundido en negro.
Total, que me gusta, lo compro, quiero ver a esos “ilusionados”hombres desatar sus hormonas en televisión y a esas “señoritas” intentandollevarselos al huerto, pero sobretodo quiero ver que tienen que decir susmadres, que son las autenticas protagonistas.
P.D: (Per cert, moltes gracies).