Marc Márquez y Damià Aguilar.
En la pecera hay peces, pero también periodistas.El ajuste de presupuestos de los medios de comunicación, al menos en el sueldo y número de redactores rasos, ha hecho que cada vez el periodista tenga que cubrir más actos y noticias que se solapan. Se regatea en viajes y el informador se aleja del lugar de los hechos, para acabar dependiendo de los ojos de otros.
Ese periodista que comunica desde la pecera se pierde los gestos y el trato con los protagonistas y el debate (se entiende que sano) con otros especialistas. En estos tiempos, Damià Aguilar, periodista de Catalunya Ràdio, es un privilegiado por poder cubrir el Mundial de MotoGP. También por haber visto crecer a un deportista tan natural que podría ser el vecino del quinto que baja a tirar la basura en pijama. En Actitud Marc Márquez (Cossetània Edicions), Damià Aguilar retrata al bicampeón más joven de MotoGP de la historia. A ese joven pícaro, divertido y carismático al que cada cierto tiempo, a veces el mismo día, hay que añadirle una nueva plusmarca. El autor construye el perfil a través del testimonio de familiares, mecánicos y otros personajes del entorno del piloto, y también de su propia experiencia como especialista. La obra tiene como excusa el seguimiento la temporada de debut con los mayores de Marc Márquez (2013), pero el motor es el comportamiento del piloto. El qué se esconde tras un competidor infinitivo con mirada de travieso y sonrisa contagiosa. Gestos que hacen que muchos contemplen las proezas del piloto como un juego de niños. Tras los cuatro campeonatos de Marc Márquez (uno en 125cc, otro en Moto2 y dos en MotoGP), hay un deportista infatigable y con mucho talento. Alguien con la paciencia suficiente como para no perder detalle de las observaciones de su equipo de trabajo, a los que considera amigos y exige tanto, pero no más, que a sí mismo.Marc Márquez no escatima elogios a su equipo ni tampoco les suelta la más minúscula reprimenda en público, como sí hacen otros. Mantiene ese respeto incluso ante errores gigantescos como el de la bandera negra el año pasado en Australia, que bien pudo costarle el Mundial. Entonces, incluso se permitió bromear (como tras su trompazo en Mugello, esa misma temporada) y recordar que él era el primero en fallar. Que eran, y son, un equipo, y sin ellos no sería nada.Podría ser coach, pues es capaz de motivar a quien le rodea y a quien le sigue por televisión. Ha enganchado a muchos que nunca habían seguido el Mundial de motociclismo o que lo hacían de uvas a peras. Aunque puede que, con sus victorias de este caño (13, el récord en una temporada), haya alejado a los menos fieles de la competición. Gana, en parte, porque es lo suficientemente meticuloso y humilde como para estudiar al detalle hasta el mínimo movimiento de sus rivales. Entre Valentino Rossi, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo suman 16 mundiales. Es el campeón con competidores más duros de la historia, y les ha ganado tanto fuera como dentro de la pista.Rossi fue el primero en anunciar, medio en broma y muy en serio, que Marc había llegado para ganar el título de MotoGP en su primer año. Lo dijo tras verle en los primeros entrenamientos. No se equivocó Il Dottore. Marc acabó llevándose el Mundial pese a la persistencia de un Lorenzo que llegó con opciones a Cheste, la última prueba, a pesar a sus lesiones. El abrazo final de ambos fue ejemplar.A través de las anécdotas de los padres, Julià y Roser en Actitud Marc Márquez, se entiende cómo son los hermanos Márquez. Marc y Àlex, actual campeón de Moto3. A los dos les han enseñado a apreciar las cosas y a implicarse en los asuntos familiares, como cuando, de niños, ayudaban a sus padres en el Moto Club Segre durante el fin de semana. Puede que a lo largo de 227 páginas, Damià Aguilar se permita recrearse únicamente en un párrafo, en el ecuador de la obra y como inicio de un capítulo. El periodista de Catalunya Ràdio escribe con la sencillez con la que habla, cediendo los focos a los protagonistas, a los que contribuye a enfocar. No le hace falta repetir que le gustan las motos para que lo note quien le está escuchando.La mascota simbólica de Marc Márquez es una hormiga, el animal que mejor simboliza la constancia y la tenacidad. Valores que valoran y que definen a los personajes que opinan sobre él y el concepto de actitud en el libro. Desde su compañero Dani Pedrosa, pasando por referentes como Laia Sanz, Jennifer Pareja o Kilian Jornet. Título: Actitud Marc Márquez. Autor: Damià Aguilar. Editorial: Cossetània Edicions. Páginas: 227. Valoración: 3.7 sobre 5.