“Que una editorial te edite un libro es más sencillo que ganar un concurso literario.” Ésta es una conclusión a la que he llegado tras años de editor, formar parte de algún jurado literario, ser escritor y también presentarme a algún certamen o premio literario. Aunque esto último ya he desistido de hacerlo.
Las dificultades de ganar un certamen literario. Y el valor de su premio
Cuando tu novela llega al jurado de una convocatoria literaria se mira con ojos implacables. No existe miramientos, ni otras consideraciones. Si la novela presenta algún defecto no pasará ni el primer corte de lectura. Las faltas de ortografía es lo primero que "canta". He sido testigo de este hecho en la primera palabra de una novela que valoraba. Mis alarmas saltaron y a la tercera falta de bulto dejé de leerla.Te puedo asegurar que formar parte del jurado de un certamen es
un inmenso trabajo y además muy pesado. Solo debes calcular cuanto tardas tu en leer una novela. Para hacerte una idea ahora multiplica ese tiempo por veinte o por treinta, que es el número mínimo de novelas que tendrás que valorar. ¿Te haces una idea del trabajo?Los
miembros del jurado son también personas con sus defectos, no
debemos olvidarnos de ello, y en ocasiones si una novela no despega
de forma correcta en los dos primeros capítulos y les resulta un "tostón" claudican. No se te ocurra mandar nunca una novela a un
concurso que aburra a las ovejas en sus primeras páginas. Ten un poco de piedad de los jurados.
Ya
compartí 10 recomendaciones para presentarte a concursos literarios, que estaría muy bien recordar.
- Concluyendo:
En una valoración de tu novela en una editorial la mirarán con otros ojos. Menos inquisidores. Si tu novela aporta algo y el editor le ve alguna posibilidad, puede sugerirte cambios y remarcarte algunos errores a corregir o modificar que contribuirán en su opinión a mejorarla. Recordemos que el editor o editorial se juega su dinero, su tiempo y también su prestigio. Pero en un concurso o certamen literario el producto tiene que llegar terminado y en formato definitivo. Se valora casi como un libro editado. No se admite ningún defecto, ni saltarse ninguna norma de las bases. No hay segunda oportunidad. Cuando se detecta algún fallo (personajes endebles, trama incoherente, ausencia de conflicto, error en el estilo...) por sistema se deja de leer, no hay miramientos. Hay mucho que leer y no se pierde más tiempo. Entre una mala novela, bien escrita y sin faltas de ortografía, y una buena novela pero con faltas de ortografía, errores de sintaxis, etc. , ganará la mala novela. Un premio literario jamás podrá premiar a un escritor que emplee su herramienta de trabajo, la escritura, de forma incorrecta.
La buena noticia es que si ganas algún concurso o quedas finalista te servirá de reconocimiento como escritor. Ganar es muy difícil. Solo está al alcance de uno. Me gustaría preguntarte como te sientes cuando te presentas y no ganas. También si te quedas con la sensación de que tu trabajo era más merecedor del premio que el del ganador.Gracias por tu punto de vista. Hasta el próximoEditorial del domingo.
Artículo: Francisco Concepción