Nada hay más fácil que escribir de modo que nadie lo entienda, como, a la inversa, nada es más difícil que exponer idea importantes de modo que todo el mundo las pueda comprender. Lo muy abstruso es pariente de lo absurdo y, sin duda, es infinitamente más probable que encierre una mistificación que una intuición profunda. Todos los artificios antes mencionados resultan innecesarios cuando realmente el autor tiene talento. Esto le permite revelarse tal cual es y confirma en todo tiempo la sentencia de Horacio:
Scribendi recte sapere est et principium et fons.
(El pensar es el principio y la fuente para escribir bien.)
(De Arte poética, 309)
Los mencionados escritores, en cambio, actúan como ciertos orfebres que ensayan cien composiciones diversas para sustituir al oro, el único metal enteramente insustituible. Pero de nada debería guardarse tanto un autor como de querer mostrar que tiene más talento del que, en realidad, tiene, ya que esto despertará en el lector la sospecha de que posee muy poco, pues en cualquier arte tan sólo se afecta tener aquello que, en realidad, no se posee. Así pues, es un elogio cuando se llama “ingenuo” a un escritor. Eso significa que puede permitirse el mostrarse tal cual es. En general, la ingenuidad tiene un atractivo; lo artificioso provoca rechazo.
De hecho, todo gran pensador se esfuerza por expresar sus ideas del modo más puro, claro, seguro y breve posible. Por esta razón, la sencillez ha sido siempre un atributo no sólo de verdad, sino también del genio. El estilo recibe su belleza del pensamiento que expresa; pero, en el caso de estos pretendidos pensadores, los pensamientos han de ser embellecidos por el estilo. El estilo, después de todo, no es más que la silueta del pensamiento. Escribir de modo poco claro o mal significa pensar de modo turbio y confuso.
Arthur Schopenhauer
Pensamiento, palabras y música
Editorial: Biblioteca Edaf
Traductor: Dionisio Garzón
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“Hay que ser profundos en términos claros y no en términos oscuros.”
“Ciertos escritores se crean noches artificiales para dar un aspecto de profundidad a su superficie y más relumbre a sus luces mortecinas”.
Joseph Joubert
Pensamientos
Editorial: periférica
Traductor: Luis Eduardo Rivera
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“Quien se sabe profundo, se esfuerza por ser claro; quien desea parecer profundo a la gran masa, se esfuerza por ser oscuro. Pues la gran masa considera profundo todo aquello cuyo fondo no puede ver: tan temerosa y tan poco le gusta entrar en el agua.”
Friedrich Nietzsche
La gaya ciencia
Editorial: Biblioteca Edaf
Traductor: José Mardomingo Sierra
Foto: Friedrich Nietzsche