Carlos Vermut estrena nueva película tras su aclamado segundo trabajo Magical Girl. Quién te cantará es el tercer largometraje del director madrileño, quien decide hablarnos sobre la identidad, la familia, el éxito y el fracaso entre otros temas en su nueva apuesta cinematográfica.
Con un reparto encabezado por Najwa Nimri ( Lila Cassen, artista musical en horas bajas) y Eva Llorach ( Violeta, una gran imitadora y fan de Lila), la película nos guía por la relación de estos dos personajes llenos de paralelismos a la vez que disonancias, centrándose también en el drama de cada una de ellas. Las acompañan Carme Elías como la elegante y algo estricta representante de Lila (alegoría de figura materna) y Natalia de Molina como la volatil y desfasada hija de Violeta, un personaje sin normas digna de un episodio de Hermano Mayor.
Lila y Violeta cara a cara
Quién te cantará (que recibe su nombre de una canción de Mocedades) es efectiva: dramática, reflexiva, evocadora, con momentos peculiares (entre el humor, el folclore o el melodrama) y con una banda sonora en la que Eva Amaral (quien pone la voz cantada a Violeta) y Najwa Nimri interpretan temas originales, además de una versión del emotivo bolero "Procuro olvidarte". Todo esto sin olvidar la composición orquestal de Alberto Iglesias. Pero aun con todo este artificio técnico y su interesante premisa y puesta en escena, es posible no llegar a conectar con la película y sus personajes más que en contadas ocasiones. Un buen trabajo en la forma, pero cuyo poso, aunque ambicioso, puede resultar escaso.
La película utiliza muchas metáforas visuales para hablar de la identidad, de la disociación, de quiénes somos, a quién imitamos y cómo la realidad poco tiene que ver con lo que a menudo tenemos en nuestra cabeza. El principal drama se centra en cómo estas dos mujeres se encierran en ser otras personas, y cómo teniendo aparentemente tan poco en común, llegan no sólo a encontrarse, sino a ayudarse y conocerse entre ellas mejor que ninguna otra persona. Aunque esto no quiere decir que sea algo para ambas.
Violeta caracterizada de Lila en una de sus imitaciones
Entre otras cosas, a través de la temática maternofilial, Quién te cantará habla del control emocional de las personas a las que estamos más íntimamente conectadas y que en cierta manera nos definen por cómo nos relacionamos con ellas. De cómo el amor por aquellos que no nos hacen bien puede vampirizarnos ( Vermut se había planteado hacer una película de vampiros), llegando a marcar el curso de nuestra existencia y pudiendo dejar un vacío difícilmente recuperable debido a la falta de recursos para afrontar una situación tan violenta e indeseada.
Esta cinta circular habla también del talento, de la personalidad, de la mediocridad del día a día, de las caretas que nos ponemos (ese pelo de Lila ciertamente peculiar en contraposición a la escasez de él en Violeta). Otros temas que incluye son el hecho de ser genuinos, del castigo, la culpa, la pasividad, el amor propio, las filias y fobias, la fama y las referencias con las que reinventarnos y sobrevivir, o por el contrario afrontar una realidad insostenible de la que es difícil escapar.
En definitiva, cine español de calidad, realizado por un director con clara vocación autoral al que hay que ver y seguir, pero que aun contando con una premisa interesante puede no llegar a resultar emocionante ni trascendente, pero es de aplaudir su acercamiento evocador a este tipo de reflexiones llevados a cabo a través de personajes femeninos interesantes.