Revista Coaching

¿Quién te recordaría si te fueras?

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

¿Quién te recordaría si te fueras?

En el tiempo presente la pandemia ha colonizado nuestras vidas cotidianas, en lo social, en lo familiar y en lo laboral. Es EL tema de conversación. Como la vida sigue su curso estamos aprendiendo a convivir con "esta nueva normalidad". Se suman a nuestras actividades cotidianas estar atentos a los protocolos requeridos.

Esta situación agrega ingredientes a la vorágine del día a día, la incertidumbre que se respira en las empresas genera una alteración del ánimo que se ve reflejada al momento de actuar y de pensar.

Aunque parezca contradictorio también es un muy buen momento para "parar" un poco y ponernos a reflexionar sobre lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. Fundamentalmente aquellos que tienen la responsabilidad de gestionar personas en el ámbito de las organizaciones.

Peter Senge (autor de La Quinta Disciplina) es un especialista en management que estuvo y está muy atento a los aspectos humanos dentro de las empresas. En una entrevista dice lo siguiente: "Como lo dijo el presidente de una compañía, "¿Quién te recordaría si te fueras?". Es una gran pregunta. Porque vuelve a poner las cosas en un nivel muy humano. Porque no serán los inversionistas. Ellos siempre encontrarán a alguien más que les dé el retorno al capital que han invertido."

Interesante pregunta: ¿Quién te recordaría si te fueras?

Me quedó flotando en la cabeza, no solo quién me recordaría sino también a quién recuerdo y porqué.

Inmediatamente recordé a un profesor de clínica médica que tuve en el año 1970, ¡¡¡ hace cincuenta y un años...!!! Me lo acuerdo como si lo viese hoy. ¿Por qué? Primero porque era una buena persona, transmitía bondad cuando hablaba de la gente, no se refería a "enfermos ni a síndromes" hablaba de personas con síntomas, y fundamentalmente por la claridad con la que transmitía los conceptos. Todavía recuerdo frases breves que describían situaciones clínicas con una sencillez y practicidad no habituales. Seguramente esta suma de características que tenía como persona y como profesor lo convirtió en inolvidable.

Creo que es un desafío interesante que aquellos que tienen responsabilidades de dirigir personas se pregunten quiénes y por qué lo recordarían si se fuesen.

Haciendo un repaso por lo escuchado a lo largo de muchos años de caminar las empresas y conversar con dueños, gerentes, empleados, operarios, jefes puedo afirmar que aquellos que son recordados reúnen algunas características que son interesantes tener en cuenta.

Me voy a referir a aquellas que tienen que ver con ser bien recordado, con afecto y cariño. Por supuesto que están los otros que son recordados por haber sido los peores en lo suyo y dejan una huella de "malos" momentos. Me interesan para esta nota los recuerdos de las buenas prácticas.

¿A quiénes recuerda la gente?

A los que sienten que los han tratado como personas humanas y no como recursos.

A los que escuchan.

A los que son organizados y esa organización la proyectaban sobre el conjunto.

A los que ofrecían ayuda. A los que preguntaban si alguno necesitaba algo.

A los coherentes en el decir y el hacer.

A los cumplían sus promesas aunque hubieran sido pequeñas.

A los que hacían ese "algo más" que los destacaba del resto.

A los capaces de integrar los distintos puntos de vista de los miembros de un equipo.

A los que eran autocríticos y aceptaban las críticas.

A los que no juzgan ni condenan a los que no comparten su punto de vista.

A los que practican la empatía que estar en conexión con el otro.

A los que daban motivos válidos para trabajar.

A los que hacen sentir que tu trabajo vale la pena.

A los que promueven y generan buen clima de trabajo que se traduce en bienestar (entendiéndolo como bien lo define el Dr. Lopez Rosetti, disfrutar de lo que uno tiene y de lo que uno hace)

Algunos tienen disposición natural a apoyar, ayudar, a reconocer; otros deben aprender.

¿Se aprende?

Sí, se aprende.

¿Cómo?

Con la práctica, Aprender estas habilidades (mal llamadas blandas) viene, además de la lectura, con la práctica de la empatía, la escucha y las buenas formas en el trato. Son pilares básicos de buenas relaciones en nuestro trabajo.

Estimado lector, le propongo que se pregunte: ¿Quién me recordaría si me fuera?

Fuente https://www.sitioandino.com.ar/n/353723-quien-te-recordaria-si-te-fueras/

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