Título: Quién teme a la muerte
Autora: Nnedi Okorafor
Editorial: Océano
Número de páginas: 434
ISBN: 9786075277127
Precio: 20 €
Puntuación: 7
En el África postapocalíptica, el mundo ha cambiado de muchas maneras. Pero en una región, el genocidio tribal sigue asolando la tierra. Una mujer que ha sobrevivido la aniquilación de su pueblo y su propia violación vaga por el desierto buscando la muerte. En vez de encontrarla, da luz a una niña color de arena. Al crecer, Onyesonwu entiende que está marcada por la violencia de su concepción. Pero además comienza a manifestar señales de poseer una magia única, y durante una visita al reino de los espíritus se entera de algo trepidante: un ser muy poderoso la quiere asesinar.Quién teme a la muerte es un libro que en general he disfrutado, pero he visto muchas opiniones de gente a la que le ha decepcionado porque esperaban una cosa muy diferente. Y sí, yo también esperaba algo diferente a lo que me he encontrado, así que voy a intentar explicaros mi experiencia con este libro y de lo que trata exactamente.
Nos encontramos en una África postapocalíptica, divida en dos razas: los Okeke, de piel mucho más oscura y subyugados al poder de los Nuru, que tienen la piel del color de la arena y que se dice que nacieron para esclavizar a los Okeke. La división entre ambas razas ha llegado a un punto irreconciliable y, en las ciudades del Oeste, los Nuru han empezado a exterminar a los Okeke. Nuestra protagonista, Onyesonwu (nombre que no he sido capaz de leer bien ni una sola vez) nace a raíz de una violación. Ella es Ewu, nacida de la violencia, una mezcla entre Okeke y Nuru. Onyesonwu descubre que es una hechicera y que, además, hay alguien muy poderoso que quiere acabar con su vida. Quién teme a la muerte nos narra la infancia de la protagonista, su entrenamiento para controlar sus poderes y su viaje a través del desierto, un viaje de venganza en el que también interviene una profecía.
Lo primero que tengo que decir de este libro es que sí, la trama es bastante cliché. El tema de la profecía y el adiestramiento de la protagonista son cosas que ya hemos visto antes. Además, este libro se siente todo el rato como una introducción. Es como si no hubiera nudo. El 90% consiste en la infancia y adolescencia de la protagonista, y después su largo viaje por el desierto, en el que vive algunas aventuras antes de llegar a su destino. El desenlace es rápido, casi acelerado, y probablemente lo menos satisfactorio de toda la historia.
Además, estrictamente este libro es ciencia ficción, pero a efectos prácticos es más un libro de fantasía. Eso sí: si esperáis un gran desarrollo del mundo o explicaciones de cómo se ha llegado a esa situación post-apocalíptica, aquí no las vais a encontrar. Es algo que se menciona muy de pasada y realmente sabemos muy poco sobre este futuro en el que se desarrolla la historia. Es algo muy secundario.
Otro tema importante es la magia. La magia tiene una explicación muy superficial, y realmente es un deus ex machina constante. La protagonista es capaz de convertirse en animales, de viajar al mundo de los espíritus, aparecen criaturas mitológicas, duelos entre hechiceros... durante todo el viaje de Onyesonwu y sus amigos, pasan cosas muy raras. Muchas veces yo no entendía por qué estaba pasando x cosa en el libro, qué aportaba a la trama. Onyesonwu termina convirtiéndose en una hechicera muy importante, pero, dependiendo de la situación, utiliza estos poderes asombrosos o no hace absolutamente nada. En fin, que todo es bastante aleatorio y puede resultar hasta confuso y frustrante.
A pesar de todo esto, es un libro que por alguna razón me ha gustado. Tal vez lo cogí en el momento adecuado, o ta vez era por los temas que trataba la autora. Está, por supuesto, el tema del racismo, que es el hilo conductor de toda la trama pero que no se hace pesado en absoluto. Además, me sorprendió encontrar puntos muy feministas en este libro. Durante toda la historia vemos a Onyesonwu rebelarse contra los que la consideran inferior por ser una mujer, desafiar las tradiciones y enfrentarse a su destino. Creo que este tema está tratado de forma muy natural y pega mucho con la historia, no se siente forzado ni exagerado, y me gustó muchísimo.
Por último, la protagonista, aunque a veces desesperante y cabezota, me gustó un montón por su fuerza de voluntad y su inconformismo. También tenemos a Mwita, el interés amoroso. Lo que más me gustó fue su evolución: Mwita se ha criado en una mentalidad machista, pero cuando conoce a Onyesonwu empieza a cambiar sus creencias y a sufrir un proceso de deconstrucción. Esto incluso se puede ver un poco en Aro, el maestro de la protagonista. De todas maneras, es cierto que a veces no entendía las reacciones o las decisiones de los personajes. Discusiones muy abundantes y a veces sin sentido, enfrentamientos o reacciones que me parecían exageradas y fuera de lugar, malentendidos... a veces todo esto me hacía poner los ojos en blanco. Lo mismo pasa con algunos diálogos, que son como muy misteriosos y sospechosamente convenientes para no desvelar algunos secretos de la trama.
Siento que no he hecho más que destacar cosas no tan positivas de Quién teme a la muerte durante la reseña, pero todo esto no significa que el libro no me haya gustado a pesar de sus fallos. Con esta reseña sobre todo quería dejar claro lo que os vais a encontrar si os decidís a leerlo. Personalmente, yo lo recomiendo y os animo a hacerlo, porque desde luego va a ser una experiencia bastante diferente.
Quién teme a la muertees un libro bastante raro, eso no puedo negarlo.Una trama que parece que nunca termina de despegar, una magia ambigua y situaciones que a veces se hacen confusas,son cosas que pueden desanimar a leerlo. Sin embargo, yo sí he conseguido disfrutar de esta historia tan particular y creo que sí merece la pena darle una oportunidad.