¿Quién tendrá el control?
A la fecha de hoy, tal vez los venezolanos no sepamos cómo y cuándo caerá el régimen de Nicolás Maduro, pero lo que sí sabemos es que caerá. ¿Y por qué estoy tan seguro de eso? Para los amigos del régimen -porque de alguna manera debo referirme a ellos- no es que estemos “conspirando”, cosa que de alguna manera hacemos todos los venezolanos al repudiar lo que hacen al asesinar inocentes que protestan, sino porque lo que sucede en las calles perdió el control de alguien, si alguna vez lo tuvo. Por ahora Fuenteovejuna esta en control, “todos a una”.
Hace unos días indicaba que lo más apropiado para una caída del régimen es que esta fuera controlada (ver Caída controlada, en ESTE ENLACE http://www.atracoalpueblo.com/2017/05/caida-controlada.html , esto es, que alguien, preferiblemente de la oposición, pudiera llevar el control de los acontecimientos desde el principio hasta la culminación de ese proceso. Nosotros desde la Alianza Nacional Constituyente proponíamos -y aun lo hacemos- una ruta que comenzaría con la ejecución práctica y formal del Titulo IX, Capítulo III, de la Constitución en sus 4 últimos artículos, culminando en su primera fase con la remoción de los Poderes Públicos desde una Asamblea Nacional Constituyente Originaria (ver ¿Y ahora? La ruta Constituyente Originaria, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/y-ahora-la-ruta-constituyente-originaria.html). Eso es lo pacífico, constitucional, electoral y no-violento que nos llevaría de la mano a decidir ordenadamente el futuro del país a pesar del régimen.
Pero la oposición oficial se ha encargado de satanizar el proceso constituyente en lugar de quitárselo al régimen, poniéndolo en las manos del pueblo en las calles. En el judo se usa la fuerza del contrario para dirigirla en su contra.
Infructuosos han sido los esfuerzos de la Alianza (y debo decir desde hace varios años) de convencer a la oposición oficial de asumir el proceso constituyente originario, desconociendo, como indica el Artículo 350, a la autoridad constituida, y procediendo a iniciar una ruta que pueda darle cause sólido al descontento popular.
La caída del régimen será inevitable pero ahora por otras razones. Durante la lucha en las calles del año 2014, indicaba que tarde o temprano las condiciones estarían dadas si el descontento se manifestaba de manera activa y constante como se está dando ahora (ver Caída inevitable, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html) y en un porcentaje muy concreto que ya ha sido estudiado por investigadores de estos temas en las mejores universidades del mundo. Lo malo es que cuando caiga nadie estará en control. Y cuando eso pasa no es posible saber si lo que viene será peor de lo que hay.
Si, no se asusten. Al no haber una caída controlada de la estructura, el remedio puede resultar peor que la enfermedad. Pero ya estamos en el punto que la gente no oye razones. Por mas razones que demos, de hacerlo como se debe, hasta los más estudiados te dicen, “¡no me importa cómo pero que se vayan!”. Y ante eso no se puede razonar. Era lo mismo que unos poquísimos decíamos en 1998 acerca la loquera de elegir a un golpista como Presidente. La gente no oía razones, querían fuera del poder a los adecos y copeyanos a como diera lugar. Bueno, esas lluvias trajeron estos lodos. Y se está repitiendo de nuevo la misma ecuación.
Vista esa situación, que es de una gravedad extrema ya que puede provocar muchos más muertos, el ex embajador de Venezuela en la ONU, Diego Arria, le ofreció a esta oposición timorata una idea-salvavidas para que al menos intenten asumir el control de algo que a mi juicio ya tiene Fuenteovejuna: luego de sancionar inmediatamente desde la Asamblea Nacional al Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, al Ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, al Comandante General de la Guardia Nacional Bolivariana, el Gral. Antonio Benavides Torres, proceder a: 1) Hacer cumplir la resolución de la Asamblea Nacional donde se destituye a Maduro como Presidente de la República por abandono del cargo; 2) Fundamentado en la declaración de la Fiscal General de la República que prueba que el gobierno ha dado un golpe a la institucionalidad democrática del país rompiendo el hilo Constitucional, demandar su inmediato rescate tomando las acciones a las que haya lugar para restituirla, lo que incluiría la destitución del Vicepresidente de la Republica por presuntos actos de narcotráfico; 3) Proceder a la instalación de un gobierno de transición encabezado por el Presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges; 4) Destituir a los Magistrados del TSJ que no llenan las condiciones para el ejercicio de sus funciones; 5) Destituir al Contralor General de la República designado de una manera ilegal; y 6) Destituir a los Rectores del Consejo Nacional Electoral, designados por el TSJ ilegitimo (ver entrevista del periodista Roberto Carlo Olivares a Diego Arria, en https://youtu.be/wQlpXoe3xZQ - 1ra Parte y https://youtu.be/1IyuCKW7pEc - 2da Parte).
Como bien indica el Dr. Arria en su intervención, la situación no está para asumir mayores formulismos legales como si estuviéramos en el Parlamento Británico. Estamos en una situación de política pura y dura, donde o intentamos tomar el tizón caliente para asumir el control de lo que pasa o perdemos la República, porque estamos en una situación de abierto enfrentamiento contra una tiranía. O la Asamblea Nacional decide en función de su representación entregada por el pueblo el 6D-2015 a asumir el control de la situación del país o lo que viene será peor. No es la primera vez que lo afirmo en esta tribuna, Diego Arria es el único venezolano con la experiencia política necesaria y reconocida internacionalmente en el manejo del tipo de conflictos como el que está viviendo Venezuela, para dar orientaciones precisas de acción en estos momentos cruciales para la República. Esperemos que en esta ocasión no sean igualmente ignoradas.
Si los partidos que controlan la Asamblea Nacional siguen ignorando olímpicamente las recomendaciones que les hemos dado de buena fe, tal vez pierdan la última posibilidad de sobrevivir al tsunami político de controlar lo que vendrá. Si el control no lo tiene –como debería- el Poder Originario del pueblo a través de una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario, por convocatoria propia, como deberíamos estarlo haciendo ahora todos los venezolanos, al menos que lo asuman quienes ese mismo pueblo les dio la confianza en un proceso electoral. De resto nadie lo tendrá, o peor aún, lo arrebatará el régimen con la violencia del delincuente que no quiere irse porque en ello se le va la vida. El Poder no lo puede ejercer Fuenteovejuna y no admite vacíos…
Luis Manuel Aguana @laguana Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/Email: [email protected]
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