Es de noche y la escenografía nos muestra el metro de Madrid. Noviembre, un hombre vestido con botas y camisa entra en el vagón. Lleva con él una caja con sus cosas de la oficina, le han echado del trabajo, su empresa se traslada a Irlanda.
El hombre no tiene ni idea de economía, pero eso no le impide poner nombre al que considera culpable de su desdicha, el gobierno.
Lo importante de este tipo de reacciones es que apelan a una serie de paradigmas o de conceptos preestablecidos que prácticamente para todos son autoevidentes. Da igual si se trata de una verdad o de una falacia, porque para los oídos de la gente, suena muy lógico.
Recientemente, estamos viviendo una serie de fugas y cierres de empresas.
¿Qué tienen los empresarios en la cabeza? ¿Quién tiene la culpa de que despidan al hombre del metro?
Vamos a ver, una empresa decide cerrar o disminuir la producción por diversos motivos:
Uno de ellos es por tema político. Si ve que en nuestro país va a tener problemas de subida de impuestos, se le van a encarecer todos los insumos. Las empresas buscan producir donde puedan obtener los máximos beneficios, y es por eso mismo que la empresa también cuidará mucho el tema de ventas que va a tener.
En este último año se está viendo que el ciclo alcista ya está parando y seguramente… vamos a volver a entrar en una crisis. Dicho de otra forma, esa mejora económica y fuerte crecimiento que teníamos está sufriendo una desaceleración. Esto significa que lo bien que ha estado yendo en los últimos años ya no va a ir de la misma forma.
Las empresas ven que la economía se está frenando, y claro, algunas ya piensan que en el próximo año ya no les va a ir tan bien. A esto hay que añadir que este gobierno no está dando buenas sensaciones a estas empresas. Suben los impuestos, dictan que las empresas tienen que pagar mínimo al 15% de sociedades y claro, esto tampoco les gusta a los empresarios, sobre todo a los que pueden tener más deducciones fiscales.
El problema de que una empresa cierre, se traslade, o disminuya su producción es que hay muchas familias que dependen de la entidad.
Otro factor para tener en cuenta es el viento de cola, que son las condiciones que favorecen el crecimiento de la economía española:
1) Las políticas expansivas del BCE que han fomentado una bajada considerable de nuestra prima de riesgo y un menor coste en la financiación de los hogares y empresas.
2) La bajada de los precios del oro negro.
3) Las exigencias más calmadas de la Comisión Europea para reducir nuestro déficit.
4) La buena evolución de las exportaciones españolas.
5) El cambio del Dólar/Euro.
Estas son diversas circunstancias favorables que hemos tenido y que realmente no hemos aprovechado estos años para elevar la competitividad más allá de plantear esa deflación de los salarios.
Ahora, yo pido reflexionar sobre un tema. Viendo qué tipos de empresas se están yendo o están cerrando sus plantas, como el reciente caso de Alcoa, veo que hay empresas con un alto consumo energético.
Si aquí no se pone orden en el tema de las eléctricas, empresas con un alto consumo energético se pensarán dos veces quedarse en España, lógico, y si además están viendo que el horizonte que se está planteando es de recortes, tal y como este gobierno está prometiendo a Bruselas, más lógico aún.
Para terminar, y sin señalar a los culpables, recuerden que al actual Gobierno no le han votado para que apliquen medidas liberales económicamente hablando, más bien para que aplique políticas redistributivas, por lo tanto, no creo que se le pueda juzgar por no hacer algo que la gente no esperaba que hiciera.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
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