Revista Opinión

¿Quién tiene razón?

Publicado el 01 julio 2010 por Trinitro @trinitro

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A petición de Citoyen entré a comentar su post en el que se hacía algunos planteamientos acerca de la pérdida de imagen de los sindicatos con la huelga de metro en la cuál durante dos días no se cumplieron los servicios mínimos. Ante ello y después de leer algunas otras reflexiones, he querido completar con un post.

El metro sí es un sistema esencial que ha de tener servicios mínimos

A diferencia del Presidente del Comité de Empresa (del sindicato independiente de metro de Madrid, no de UGT o CCOO, porqué en general en estos sectores donde hay un poder de negociación algo mayor suelen tener más peso los sindicatos corporativistas, y en parte esto explica la radicalidad de sus actuaciones), yo sí que creo que el Metro es un servicio esencial que ha de tener servicios mínimos. En Barcelona cuando el Metro para se le obliga a dar un servicio mínimo en horas punta, y las sentencias que han salido han sido favorables a unos servicios mínimos razonables. ¿Y cuáles son esos servicios mínimos razonables?, 50% en horas punta, y 0% en horas valle.

El negar que el Metro ha de tener servicios mínimos es de sindicalismo privilegiado. Algo que se puede permitir el tipo del sindicato corporativo del metro, pero no los sindicatos de clase (que en Metro son minoritarios).

Ahora bien ¿qué servicios mínimos?

Parece ser que la Audiencia de Madrid ya había dicho que los servicios mínimos que plantea unilateralmente la Comunidad de Madrid son abusvios en otras ocasiones. Una huelga no puede reducirse por unos servicios mínimos en los que hay un 70% en horas punta y 50% en horas valle. Lo siento, eso es cargarse el sentido de la huelga, una cosa es garantizar un derecho básico como la movilidad que con autobuses, caminando, RENFE, taxis y servicios privados de transporte no se podría cubrir de forma humana al quitar el metro durante las horas punta, y otra es hacer que la huelga sea una mera molestia para los usuarios del metro. La huelga es basicamente NO HAY ACTIVIDAD más que la extricta necesaria para no colapsar la ciudad. No, NO HAY ACTIVIDAD excepto la necesaria para no molestar al cliente/usuario.

Cuando unos huelguistas cumplen escrupulosamente los servicios mínimos y ven que su huelga es de juguete y no tiene efectos, que la Comunidad de Madrid apenas se inmuta porqué no se genera ni un sólo problema, se dan cuenta que están haciendo el canelo. Los servicios mínimos decretados son un fraude de ley, saben que la audiencia de Madrid, igual que ha hecho en otras ocasiones, dirá que han sido abusivos, meses después. Saben que en otras ciudades los servicios mínimos que se plantean son menores y las ciudades no colapsan (evidentemente tenemos problemas en BCN cuando hay huelga de metro o buses, pero no se llega a situaciones dramáticas como las vividas en Madrid) al aplicar unos servicios mínimos menos abusivos.

¿Porqué no decidieron hacer los servicios mínimos razonables los huelguistas y no los abusivos en lugar de no hacer ninguno?

Entiendo que además los sindicatos del Metro se ven sometidos a una tesitura: o acatan unos servicios mínimos alegales (y que sentencias futuras considerarán abusivos pero con consecuencias meses después), o no los acatan. Podrían acatarlos parcialmente, por ejemplo… pero esto genera un problema con los que no lo acatan. Si es toda la plantilla la que no acata los servicios mínimos las sanciones que pueda hacer el Metro de Madrid a sus trabajadores se diluyen no puede despedir simplemente un 30% de su plantilla o meterles un expediente a ese 30%, en cambio si la acatan parcialmente el número de los que no acatan estos servicios mínimos bajaría al 10% de la plantilla un número más pequeño y fácil de joder.

Sin defender la postura que ha llevado a los sindicatos del Metro de Madrid a no acatar los servicios mínimos y que terminan utilizando un poder que tienen superior al de otros trabajadores, dentro de sus condicionantes los entiendo. Y el verdadero causante de todo esto es la indefensión a la que se les somete a los convocantes de una huelga en sectores esenciales que han de verse en la tesitura de afrontar servicios mínimos en fraude de ley. Se lleva años pidiendo una ley de huelga para que por ejemplo haya un arbitraje judicial el que determine los servicios mínimos si estos no se pueden pactar y no unilateralmente una de las partes que quiere que la huelga no se note.

La imagen de los sindicatos y la estrategia de los sindicatos de clase

Se cuestiona en el artículo de Citoyen y también en algunos comentarios que esto es un error de las grandes centrales sindicales, ya que se han puesto en contra a miles de trabajadores madrileños a pocos meses de la huelga general al fastidiarles para llegar a su trabajo. Algunos relatos personales no son así, y al final parece ser que la imagen de la CAM es la que se está resintiendo más… ahora bien, no hay que negar el efecto rebote contra UGT y CCOO.

Partiendo que las organizaciones sindicales son confederales y que la dirección central de UGT o CCOO no puede corregir la decisión de un comité de empresa respecto a un conflicto laboral limitado a una empresa, se pueden las elucubraciones estratégicas que quieras. Simplemente los convocantes de la huelga de Metro están actuando en base a lo que creen que es la mejor forma de conseguir sus objetivos no en base a la estrategia general que necesiten los sindicatos.

En España los sindicatos de clase son confederaciones y no sólo eso, las propias estructuras de las federaciones tienen un poder muy limitado sobre lo que decide una sección sindical concreta, los mecanismos de sanción que tienen los sindicatos sobre sus delegados son muy limitados (si les tocas mucho las narices se van a otro sindicato y se llevan el acta de delegado, tan ricamente), y son de hecho los delegados electos de grandes empresas los que tienen poder de sanción o castigo sobre las direcciones no a la inversa. Si se mantiene “un poder” de arriba a abajo dentro de los sindicatos son por cuestiones sociológicas, organizativas, pero no institucionales ya que formalmente y a la práctica las organizaciones confederales pueden influir sobre las decisiones de sus secciones sindicales pero estas son soberanas y más aún si lo hacen a través de la representación unitaria que es el comité de empresa, y más aún si lo que lo hacen es bajo el mandato de la asamblea de trabajadores de la empresa.

En el caso de la huelga del metro de Madrid, se han organizado por el comité de empresa, donde UGT y CCOO no tienen la presidencia y a través de la asamblea de los trabajadores del metro. Poco puede decir Toxo o Cándido Méndez a sus delegados en el Metro para que cambien la forma de hacer la huelga, es una decisión del colectivo de huelguistas.

Quien quiera leer que esta huelga es una estrategia de Toxo o Cándido Méndez es un iluso. Es un marrón que se comen ellos por la decisión que ha tomado el comité de empresa de Metro. Aún cuando en líneas generales, por ejemplo, oponerse al recorte o defender los convenios firmados formen parte de la política de ambos sindicatos, estos no marcan las tácticas puntuales que se han de tomar en cada una de las empresas.

Desclasamiento, y el sentimiento del desprecio al currela de al lado

Se han cargado bastante las tintas sobre que los trabajadores del metro de Madrid son unos privilegiados que cobran un montón, bla.. bla… Ojalá los trabajadores tengamos los mismos privilegios que tienen los altos directivos, incluidos los de las empresas públicas madrileñas. Estos son los verdaderos privilegiados, los que se siguen aumentando el salario un 15% o un 23% en un año por la cara, los altos directivos de empresas que están despidiendo gente. Un alto directivo español no cobra en proporción a la productividad de su empresa (al menos si lo comparamos con un alemán), en cambio los trabajadores españoles cobramos algo por debajo de nuestra productividad real en comparación con los alemanes. Pero independientemente que un trabajador en concreto goce de buenas condiciones de trabajo, eso es algo que deberíamos aplaudir no querer hundir.

Vivimos en una sociedad tan desclasada que me da miedo. El otro día discutía con una funcionaria que se quejaba que los trabajadores de UGT habían mejorado su salario en el 2009 un 3,75% tal y como dice su convenio y le indiqué que por favor comparara sus condiciones y sus tablas salariales a la de estos trabajadores, la verguenza de esta persona negó el hacerlo sabiendo que sus condiciones laborales y salariales eran mejores que la de estos trabajadores y que estos se estaban partiendo la cara para que no le quitaran un 5%. Es bastante curioso que cuando vemos que a un trabajador le va bien, en lugar de pensar en aspirar a poder tener condiciones laborales como las suyas deseemos que les vaya peor. Es la envidia idiota. Oye, cojonudo que los trabajadores del metro puedan tener un buen salario (que tampoco es un salario de despiporre), ¿no creen algunos en la capacidad de negociación individual y los mercados desregulados? pues es lo que tiene, aquellos trabajadores con mejores capacidades de negociación tendrán mejores salarios. Y una cosa es tener mejores salarios negociados en el convenio colectivo y otra es pedir el oro y el moro que no es lo que ocurre en estos casos. Pero a lo que vamos, me retuerce en el alma ver como los propios currelas se dedican a cargar contra sus compañeros y contra las organizaciones sindicales por puro desclasamiento. A mi entender, es una actitud idiota. Que los funcionarios les recorten un 5% el salario no mejora más que reducir el déficit, a nivel de potenciar la economía es un fallo: los únicos trabajadores que tendrían incentivos para consumir por no tener miedo al despido se les recorta el salario y así generamos mecanismos de contracción del consumo y la demanda interna justo cuando necesitamos que se expanda. Es tan tonto como alegrarse que cierre la empresa de al lado, ¿y todos esos trabajadores no dejarán de consumir?. Los ricos invierten, pero el dinero que tienen en las manos se gasta de forma más ineficiente que la misma cantidad en manos de trabajadores (los ricos ahorran, hacen inversiones especulativas, ayudan más a generar burbujas especulativas, evaden mejor los impuestos, etc…), por tanto nos conviene ahora mismo poner la cantidad de dinero en forma de masa salarial. Por no hablar que reducir el 5% de sueldo a los funcionarios o que una empresa se pete el convenio por la cara, implica que si se salen con la suya la siguiente puerta que pican es la nuestra.

Y definitivamente, los trabajadores del Metro de Madrid tienen toda la razón

Pero es que a la hora de la verdad, los trabajadores del metro y sus sindicatos ahora tienen razón. La Comunidad de Madrid no puede decidir no aplicar el convenio unilateralmente. Una ley autonómica no está por encima de un convenio colectivo porqué este se apoya en leyes de orden superior: Ley Orgánica de Libertad Sindical y el Estatuto de los Trabajadores. Sería como si la CAM decidiera hacer leyes en contra de su porpio estatuto de autonomía. Simplemente no puede. Si la CAM quiere petarse el convenio porqué realmente no puede pagar esos salarios, su línea es denunciar el convenio, iniciar una negociación colectiva y si no se sale ir a un laudo que le dé o no la razón. Y es ahí donde está el tema, ni en el 5%, ni en el 2% de los salarios, sinó en defender la negociación colectiva frente al decretazo ilegal. Los trabajadores del metro de Madrid defendiendo sus intereses particulares, lo que están defendiendo es algo que a todos nos termina afectando porqué tenemos un convenio colectivo que nos ampara unos mínimos, y es que cualquier empleador no pueda unilateralmente decidir que no aplica el convenio por la cara. Si los trabajadores del metro de Madrid que tienen más poder de presión que los del Carrefour o los de cualquier empresa de servicios fallan, estos segundos son los siguientes que van a ver como a ellos también les van a reducir el salario sin pasar por convenio y por la cara.


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