Hay países que antes eran pacíficos y hasta prósperos y que hoy son infiernos porque algunos "demócratas" occidentales han querido llevarles la democracia envuelta en bombas y guerras. Las consecuencias de esas intervenciones canallescas son hoy visibles y desastrosas: oleadas de emigrantes desesperados que invaden Europa, países sin Estado donde el sufrimiento es atroz, bandas terroristas desesperadas que degüellan y queman vivas a sus víctimas y una feroz e insoportable inundación de injusticia, dolor y caos que atraviesa el mundo y nos convence a todos de que en lugar de un planeta amable y justo hemos creado una inmensa pocilga donde hasta los cerdos sienten asco. ¿Quien va a pagar por todo ésto? ---
A muchos de los que están sufriendo y a muchos indignados que no entendemos el por qué de tanto dolor innecesario y gratuito nos gustaría ver sentados, ante un tribunal internacional de Justicia, a los criminales que han provocado ésto.
El problema es que los culpables son intocables, unos, como el Estado Islámico, porque son bandas asesinas tan peligrosas que nadie se atreve a combatirlas cuerpo a cuerpo, y otros porque están sentados en la cumbre del poder mundial, elegidos por sus ciudadanos y defendiendo con argumentos aparentemente sólidos esas intervenciones locas y sangrientas que ha provocado el dolor y el caos mundial.
Irak, Siria y Libia eran estados pacíficos y hasta relativamente prósperos, donde distintas culturas y pueblos convivían con una aceptable paz, pero llegaron los aviones, los soldados y los dineros clandestinos de norteamericanos, británicos, franceses y de otros países "democráticos" aliados y convirtieron esos países en infiernos ardientes, asolados por la muerte, de los que hoy huyen millones de seres humanos atormentados.
Los agresores dicen que intervinieron para derrocar dictadores, pero es falso porque ellos mismos protegen a dictadores "amigos" como Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial, y otros, mas crueles y sanguinarios que Gadafi, Sadan Husein y Assad.
¿Vamos a tener el valor y la osadía de sentar a Obama, a Cameron, a Hollande y a otros "demócratas" occidentales en el banquilo, ante un tribunal internacional, para que los juzguen por sus crímenes? ¿Vamos a derrotar y a exterminar a las tropas asesinas del Estado Islámico y de Al Queda, borrachas de sangre, financiadas y promovidas por Occidente y sus aliados árabes?
La foto del niño ahogado en la playa está conmoviendo al mundo porque expresa como pocas imágenes el dolor de la emigración aterrorizada y desesperada. Seguramente ganará un premio Pulitzer, pero también será pronto olvidada y los culpables de que ese cadáver inocente este sobre la arena seguirán impunes y ocupando a diario las páginas de la prensa y los espacios de la radio y la televisión, como si fueran héroes en lugar de canallas.
Decenas de miles de seres humanos (casi un millón al año) tratan de alcanzar territorio europeo huyendo de la pobreza, la persecución y la muerte. Políticos europeos afirman que Europa no puede dar cobijo ni hacerse cargo de estos refugiados, el coste es excesivo y se pone en peligro el ‘espacio Schengen’.
La imagen de un niño de tres años, ahogado en una playa turca, avergüenza a la sociedad internacional. Presidentes de gobiernos europeos lamentan el suceso e insisten en que Europa no puede hacerse cargo de los costes de los refugiados humanos. En Europa, siete de cada diez hogares albergan a una o dos mascotas. Cruz Roja afirma que el coste de las mismas es de más 20.000 millones de euros/año. El español gasta anualmente en su mascota diez veces más que la renta per cápita de un país ‘exportador de refugiados’. En España, las nuevas alcaldías y gobiernos autonómicos promueven concejalías y secretarías de bienestar animal. Se insiste en la declaración universal de los derechos del animal.
Maldito mundo desequilibrado y construido por déspotas dementes, sin un gramo de cordura ni corazón. Ellos deberían pagar sus crímenes impunes y nosotros también por consentir tanta miseria e indignidad al frente de nuestros gobiernos.