Los ecorresignados son consumidores que carecen de iniciativa propia para ayudar a mejorar las condiciones ambientales del entorno.
Están despreocupados por los retos que actualmente debe afrontar nuestro planeta, y sus principales excusas para emprender acciones ecológicas son: la falta de tiempo, falta de recursos o energía.La única manera en que este tipo de consumidores puedan participar en alguna acción respetuosa con el medio ambiente, es cumplir ciertas normativas. Aproximadamente el 37 % de los consumidores de Europa Occidental son ecorresignados y en lo que respecta a España, el porcentaje es bastante alto.
La actitud del consumidor depende de la sociedad en la que resida. En países nórdicos y anglosajones donde el bienestar social y económico es más grande, la gente está mucho más abierta a adoptar las alternativas globales ecológicas y a colaborar altruistamente.
Las faltas de propuestas del sector privado, la falta de interés de las administraciones para tomar medidas que puedan extender la conciencia medioambiental, la situación económica, la racionalidad del consumidor y los aspectos educativos y culturales, contribuyen a que predomine este tipo de consumidores.
La cercanía a comercios con alimentos directos del campo o a granel, y poder adquirirlos a un menor precio, influye de manera contundente en nuestras decisiones de compra. Desplazarse para conseguirlos o comprar de forma online requiere mayor inversión de dinero, tiempo, sobreembalaje y una huella de carbono extra por el transporte.
Comprar alimentos no procesados y envases de gran formato, son acciones que nos permiten minimizar nuestro impacto. Autofabricar, reparar, adquirir objetos de segunda mano, o heredarlos también es una manera de cambiar nuestra forma de consumo.
En el otro extremo,se encuentran los ecoactivos, el 16 % de los consumidores a nivel global. Son personas que constantemente están en la búsqueda de estrategias para reducir su consumo de plásticos. Evitan la carne, las botellas y realizan activismo ecológico promoviendo su comportamiento con su entorno y en las redes sociales.
Y en medio tenemos los ecocreyentes (14 % del planeta) y los ecoconsiderados (22 %). Los ecocreyentes tienen el plástico como su mayor preocupación y buscan reducir su impacto medioambiental utilizando bolsas de tela en vez de plástico, aunque con menos frecuencia que los ecoactivos. Son simpatizantes con el medio ambiente, aunque no tienen una voluntad muy férrea con el tema.
En el caso de los ecoconsiderados, aun cuando muestran una mayor conciencia que la de los resignados, no consideran que el plástico sea tan relevante y muy rara vez toman medidas para disminuir su consumo.
Para mucha gente, el medio ambiente no es una de sus principales preocupaciones ya sea por razones culturales, económicas o políticas. Existen miles de acciones a favor del clima y no todas son muy convenientes o cómodas para el consumidor.
Ser medioambiental es habitualmente mucho más caro que no serlo, por ello casi la mitad de la población mundial tiene comportamiento discrepante en este sentido. Los segmento de ecoactivos y ecocreyentes tienen mayor presencia en regiones industrializadas, pero están muy poco presentes en América latina o Asia. Los expertos coinciden en que se trata de un problema de prioridades.
En los países subdesarrollados, la población está más centrada en resolver sus problemas económicos y político-sociales que en la reducción de las bolsas de plástico, y aunque también hay una falta de cultura ecológica, estas sociedades no pueden plantearse preocupaciones adicionales.
Fuente: E. Mirabal / https://medioambiente.esdiario.com/quienes-son-los-consumidores-ecorresignados/