Que los móviles son objeto de deseo y generadores de envidias no es nuevo. Pero ¿podríamos saber hasta que punto? Hace tiempo ya analizamos el caso de un joven chino que vendió sus riñones para comprarse un iPod y un iPad.
Hoy nos hacemos eco de un estudio realizado por las universidades de Würzburg y Nottingham Trent, dirigido por Astrid Carolus, psicóloga de medios de la primera institución, sobre este tema, arrojó resultados cuando menos sorprendentes. El 37,4% de los participantes calificó a su teléfono inteligente como algo más, o tan importante, que sus amigos cercanos, el 29,4 % dijo que era tan importante, o más importante, que sus padres, y el 21,2 % que era tan importante, o más importante, que sus parejas. Tras analizar los resultados, Carolus afirma que "Nuestros teléfonos son una parte integral de nuestras vidas, y este estudio aporta una prueba psicológica de ello. Nuestra conexión tipo amistad con nuestros teléfonos inteligentes significa que le otorgamos un increíble grado de confianza a un objeto inanimado. Tanto así, que lo consideramos un elemento más cercano y más importante de nuestras vidas en comparación con muchas otras personas".
Sin duda, este dispositivo se ha hecho un hueco importante en nuestras vidas, y los datos arrojados por este estudio son, como poco, para reflexionar sobre el alcance de las opiniones de los entrevistados. alfonsovazquez.com ciberantropólogo