Revista Coaching
La preocupación es uno de los antídotos más potentes para la creatividad. Con el fin de sumergirte completamente en el proceso creativo, debes ser capaz de despejar tu mente de todas las preocupaciones.
Una técnica es posponer las preocupaciones a un tiempo determinado al final del día. Quizás podría parar en el parque de camino a casa desde el trabajo. O tal vez podría instalarse en su cómoda silla después de la cena. Esto le permtira conseguir el hábito de posponer todas sus preocupaciones hasta la hora indicada.
Durante su tiempo de preocupación, se da permiso para revisar todas las frustraciones, irritaciones u otras preocupaciones que usted ha tenido durante el día. Aproveche este tiempo para tratar de encontrar soluciones o medidas que usted puede tomar para resolver algunas de sus ansiedades. Una vez que se acabe el tiempo, dejar sus preocupaciones a un lado y la confianza en su mente subconsciente para seguir trabajando en el problema durante la sesión de mañana.
Hasta un próximo post. Namaste =)
Fuente:
MentalrobicsImagen