Quieres ser sabio?

Algunas veces pensamos que somos perfectos y que equivocarnos no es parte de nosotros. Algunas veces nos corrigen y sentimos nuestro ego desfallecer. Otras no nos dicen nada y seguimos creyendo que somos lo máximo.

Error, no somos perfectos y equivocarse es parte de nuestro diario vivir. No es sabio molestarse de la corrección y vivir engañada (o) pensando que todo está bien, no es para nada edificante.

Te quisiera contar una experiencia que tuve acerca de ser corregido(a). Hace unos días expuse un tema en el curso de Investigación. Ese día mi amiga y yo llegamos tarde a la exposición hecho que no fue para nada bueno ya que las dos éramos las expositoras. La profesora de manera irónica nos dijo: “Pasen a exponer las expositoras tardonas”; tal vez esto lo hubiera tomado como una reprimenda justa si no fuera por su risa. Mi amiga fue la primera en exponer y yo estaba muy molesta porque creo que ningún docente debería burlarse de sus alumnos pero si estoy de acuerdo con los puntos menos o llamada de atención personal, creo que es lo más justo.

La exposición de mi amiga fue completamente diferente a la mía porque desde que empecé a decir la primera palabra me encontraba a la defensiva incluso la profesora me hizo una observación en medio de la presentación a lo que yo refuté con fundamento pero mi expresión era desafiante.

Al día siguiente mi amiga me dice que la próxima vez antes de dar mi punto de vista haga una introducción como esta: “Profesor(a) ¿no cree usted que también podría ser así?”

Mi amiga me estaba corrigiendo porque definitivamente mi actitud no fue la adecuada y sabe mis queridos hermanos, se lo agradezco mucho. Lo que hice seguidamente fue pedirle que por favor me corrigiera todas las veces que sea necesaria.

El pedido que le hice a mi amiga fue por dos motivos; primero porque sé que cuando nos corrigen es porque nos aprecian sinceramente. Dios mismo nos dice que cada vez que nos corrige es porque nos ama, entonces no veo porque deberíamos ofendernos. Al contrario deberíamos estar bien agradecidos de que tengan ese gesto tan bonito con nosotros. ¿No crees que lo ideal sería que nos corrijamos los unos a los otros?

Si queremos crecer como seres humanos es imprescindible que nos corrijan de manera constructiva con el objetivo de que cambiemos para bien. Por lo tanto, no nos enojemos o resintamos cada vez que nuestros padres, amigos, y todas las personas que nos quieren edificar lo hagan.

Detrás de un pórtate bonito hay un te amo
Detrás de un te equivocaste hay un te amo
Dejémonos corregir siempre hasta alcanzar la altura de nuestro modelo a seguir Jesucristo

“Si quieres ser sabio, acepta las correcciones que buscan mejorar tu vida” Proverbios 15:31 (Biblia traducción en lenguaje actual)