Saludos, mis arrebatadores :o) Hoy día 4 de julio, la gran fiesta estadounidense, es el día en que se publica la novela que me ha subyugado con su apasionante argumento. ¿Sirenas? Sí, con sus colas de escamas y su voz de ángel del infierno. Preparaos para MATAR UN REINO, de Alexandra Christo, porque viene cargada de sal de mar, odios ancestrales, pólvora de pirata y magia deífica. La brutalidad de esta versión de La sirenita contrasta con la idea popular del cuento. No contiene suavidad o compasión. Es todo aristas, colmillos, garras y supervivencia a costa de los principios morales. La tierra y el mar se enfrentan en una liza milenaria que no admite parlamento. Por un lado, el príncipe temerario que surca las aguas infestadas de monstruos en pos de una noble misión: salvaguardar el reino de Midas de las sanguinarias sirenas y sus cantos homicidas. Al lado contrario de la pugna, la heredera de la Reina del Mar, tan bella como letal, una criatura marina programada para hechizar, matar y robar los corazones de príncipes incautos.Parece imposible cualquier reconciliación. Cualquier pacto de paz.Sin embargo, la escritora se las ingenia para cruzar a estos dos adversarios implacables y conjugar sus objetivos en un único fin al filo de la destrucción.Una aventura con sabor a piratas, sal, guerra, plagada de contrincantes feroces que no dudan en enarbolar su odio como armas arrojadizas. Al principio, Lira se alza en calidad de villana irredimible. Después de todo, es un depredador que persigue y seduce a lindos príncipes inocentes para arrancarles el corazón mientras perecen en aguas profundas bajo la atenta mirada de su asesina.¡Cuánto me ha gustado ser testigo de la sociedad acuática gobernada por una tirana! Las leyendas que han dado origen a las sirenas, las crueldades de sus costumbres, la belleza alienígena de sus cuerpos y sus coloridos. Es fascinante. No menos atractivo es el príncipe de Midas, el retoño dorado que ansía la liberación del viento en las velas lejos de su legado monárquico. Desde el excitante y cruento encuentro entre Lira y Elian, se despliega un entramado de conspiraciones soterradas, hazañas heroicas a lo Hércules y odisea marítima a lo Ulises que cautiva los sentidos. He disfrutado a lo grande de los peligros mortíferos, de la intrepidez de los personajes y sus incesantes aventuras, de la camaradería y buen humor, de la pérfida villana que reina sobre las sirenas y de la espléndida metamorfosis de Lira desde sus fríos inicios hasta su reivindicación de su identidad más allá de los designios con los que nació.Y entre tanto horror, tanta traición y sacrificios y confianza contra natura, algo sucede entre el hombre y la sirena que es salvajemente romántico en un desenlace épico poblado de magia y revolución. ¡Fabuloso!Esta obra autoconclusiva está protagonizada por sirenas, guerreros y ladrones, pero es también un canto a las segundas oportunidades y a la libertad de ser uno mismo sin el lastre de nuestras raíces más oscuras. Una obra de fantasía y aventura con un punto de romance perfecto.
Citas favoritas:Hay realeza en mí, pero con más fuerza que eso, hay aventuras.
El mal no sigue un calendario.
¿Cómo puede existir algo si no hay un solo registro al respecto?
-Las mentiras no son una respuesta. -Pero suenan mucho mejor que la verdad.
Eso es lo que pasa con los riesgos. Es imposible saber cuáles valen la pena hasta que es demasiado tarde.
Por deshonroso que sea matar, tiene un propósito.
Combatientes y asesinos que no encuentran ningún sentido en fingir que son algo más.
Para sobrevivir no puedes doblegarte ante el mundo: debes hacer que éste se doblegue ante ti.
DATOS DE MATAR UN REINOAutora: ALEXANDRA CHRISTOEditorial Gran TravesíaEdición: Julio, 2018Tapa flexible con solapasTo Kill a Kingdom,2018, 416 págs.Fantasía, aventura, romance17,95 pellizcos (€)Web de Alexandra
¿No os parece un "lujo coleccionable" que el interior de un libro esté tan bellamente ilustrado? Esta editorial tiene este ritual para todas sus publicaciones. Es adictivo :o)Babel no come mucho pescado, pero disfrutaría reinando sobre los tritones.