Revista Cine
En cine se trata casi siempre de hacer olvidar al espectador que está viendo una película, intentar hacerlo partícipe y que llegue a pensar que realmente está presenciando los hechos que se le cuentan a través de un agujero en la pared, mediante el cual puede ver a los actores y que estos no le vean a él. En cambio en la televisión cada vez se tiende más y más a visibilizar todo lo que en el cine se oculta. Por lo que tengo entendido, el documental Quiero tener una ferretería en Andalucía no está hecho para la televisión, pero bien parece entrar dentro de estas tendencias comentadas, Está horriblemente descuidado a nivel visual, los movimientos de cámara son torpes, podemos ver cámaras focos y reflectores en escena y lo peor de todo esto es que es intencionadamente, no por un error. Obviamente un documental no necesita la invisibilización que el cine de ficción requiere, pero en el caso que nos ocupa resulta tan exagerado y feo que rápidamente nos lleva al rechazo del producto completo. Y no me malinterpreten, no es por culpa de la edición en DVD que he tenido la ocasión de ver, la lleva a cabo la magnífica y cuidadosa Versus Entertainment, toda la culpa es del documental en sí.
En Quiero tener una ferretería en Andalucía se nos cuenta las visitas que realizaba el líder del grupo de música The Clash, Joe Strummer, a Granada y Almería. Amigos cercanos nos ilustran acerca de su vida y su forma de ser. Por interesante que pueda resultar el tema, el documental está llevado a cabo con una torpeza increíble. Se sustenta principalmente en testimonios, y esto entraña múltiples problemas como aquí se demuestra. La gran mayoría no aporta prácticamente nada, y los que sí lo hacen no saben contar decentemente las anécdotas que recuerdan. Esto implica también un gran error de montaje, que no ha sabido suplir de ninguna forma la torpeza de los entrevistados. Cuando terminamos de ver el documental nada ha quedado en nuestra memoria, todo se ha perdido, todos se insisten constantemente en lo excelente persona que era y lo que le gustaban los niños, pero no consigue nunca despertar el más mínimo interés.
Versus hace lo mejor que puede con lo que tiene. La edición está cuidada incluso cuando se trata de un producto de tan baja calidad, un making of, escenas eliminadas e imágenes de concierto acompañan como extras al documental. De la edición todo de lo que podemos hablar son aciertos, todo lo contrario que de Quiero tener una ferretería en Andalucía.