¡Buenos días, tardes, noches! Hoy os traigo la reseña de Quiérome mucho de Regina Roman. La verdad es que no había leído nada de esta autora antes, pero me habían comentado que me echaría unas risas y eso era, precisamente, lo que me apetecía. Me ha gustado bastante el estilo que tiene la autora. Es sencillo, es divertido y, sobre todo, es ágil. Al estar narrado en primera persona, podemos leer algunos de los pensamientos de Marina y, realmente, son muy divertidos. En cuanto a la protagonista, me he sentido bastante identificada y es que yo también de tan buena que soy parezco tonta, pero solo a veces. No es algo tan radical como lo de Marina.
Vamos a ver, ¿qué hay de malo en ser demasiado servicial? ¿Y en estar siempre dispuesta a echar una manita? ¿Acaso no es bonito tener siempre en la punta de la lengua un “Tranquila, que eso ya lo hago yo”? Pues eso, que te puedes encontrar por el camino con aprovechados desaprensivos que te exprimirán como un limón. Marina es una chica lista, pero tiene un gran problema: es incapaz de decir no. Y para colmo se topa con Adela que peca de lo mismo, añadida su encarnizada lucha contra los kilos de más.
La protagonista es una chica de pueblo que se instaló en Madrid, a pesar de que dejaba atrás a su familia y a todo lo que conocía. Esto no sentó demasiado bien a muchos, pero no dejarán que la chica olvide este detalle. Vamos, que la atormentarán siempre que pueden. Por ese motivo, ella no solo tendrá que lidiar con su realidad diaria, sino con los recuerdos de su casa que no dejan de llegar a ella
Si no exigimos respeto, no lo tendremos. Si no nos ponemos en nuestro sitio, nos pisarán. Si no nos sentimos orgullosas de nosotras mismas y de lo bueno que representamos, no esperemos que otro lo haga. Seremos siempre los últimos de la fila. La fila de la vida.Decir NO, no es un pecado. Ni es la vía directa para que dejen de querernos. Decir NO es poner, algunas veces, nuestros intereses por delante de otras cosas, de todas las cosas.Al hablar de los personajes, también hay que mencionar a Roberto y su amigo. ¡Mira que tengo paciencia, pero vuelvo a leer eso de mami o mamacita y no sé qué hago! Desde luego el compadre no acepta un no por respuesta y es tan insistente que no caballeroso ni nada. Yo soy Marina y le doy una patada mucho antes de que todo se descontrole.
Hay pinceladas de amor, muy pocas, pero las hay. Supongo que en la segunda parte, ya que se trata de una bilogía, encontraremos más de este elemento, que este primer libro era el camino que tenía que recorrer Marina para superar ciertas cosas.
En definitiva, es un libro con el que pasar un buen rato y en el que odiarás y amarás a partes iguales a varios personajes. El estilo de la autora está cargado de humor, por lo que reírte, te reirás seguro.