Un compuesto químico presente en las heces y que, además, es el que les proporciona su "particular" hedor, extiende la vida saludable de ciertos animales.
Un compuesto químico llamado Indol, presente en los intestinos y que, además contribuye al desagradable olor de las heces, parece incrementar la vida saludable de gusanos, moscas y ratones. El compuesto aparentemente reduce las complicaciones relacionadas con la edad, aunque no extiende la expectativa de vida de los animales.
En las pruebas, los animales expuestos al compuesto permanecieron libres de complicaciones de salud relacionadas con la edad, consiguiendo así tener una fracción mayor de vida sana que aquellos animales que no estuvieron expuestos al compuesto.
El Indol es un compuesto orgánico apestoso que realmente huele agradable en pequeñas porciones. Es este compuesto, junto con el escatol, el sulfuro de hidrógeno y los mercaptanos, lo que da a la caca su olor apestoso. Los científicos saben que, en el intestino, el indol puede influir en la forma en que reaccionamos a las drogas, e incluso evitar enfermedades, pero sus atributos de extender la salud son en gran parte desconocidos.
Llegar a viejos con mayor salud
Los investigadores piensan que pueden usar este compuesto para desarrollar nuevos medicamentos que prevengan las complicaciones que vienen con la edad avanzada. Aunque esto no extienda tu expectativa de vida, cosa que queda para otras técnicas, sí que puedes vivir tu vejez sano y sin las complicaciones propias de los años dorados.
Para obtener más información sobre los beneficios potenciales para la salud del indol, los investigadores expusieron el compuesto a gusanos, moscas y ratones, y luego se comparó estos animales y sus niveles de salud y estado físico con aquellos animales que no habían sido tratados con indol. Para todas las especies ensayadas, el indole ingerido mejoró bastante varias medidas estándar de vida saludable, incluyendo la capacidad física, la respuesta al estrés y las capacidades reproductivas. La presencia de indol en nematodos, por ejemplo, duplicó su capacidad reproductora. Y en moscas y ratones, el indol mejoró significativamente su movilidad, tanto en animales jóvenes como mayores.
Los investigadores identificaron el receptor de hidrocarburo arilo (AHR) como el facilitador clave de estos efectos. La AHR es una molécula que une moléculas medioambientales pequeñas, incluyendo la dioxina y el agente naranja. El mecanismo exacto de acción sobre el genoma, sin embargo, sigue siendo un misterio, y está actualmente en estudio.
Las heces, aparte de apestar, pueden servir para otras cosas
Varios estudios han demostrado que muchas de las bacterias presentes en nuestros intestinos pueden prevenir o tratar ciertas enfermedades comunes. Son miles de millones las bacterias presentes en nuestros intestinos, y los científicos están investigando varios de ellos en busca de cómo es que este montón de bacterias contribuyen a nuestra salud.
Algunos investigadores hasta están realizando trasplantes fecales, en los que bacterias importantes presentes en las heces, son llevadas a los intestinos de personas que tienen deficiencia de las mismas. Por ejemplo, los trasplantes fecales son una nueva herramienta importante en el tratamiento de la disbiosis (la desregulación de la microbiota intestinal).
Lo cierto es que las bacterias presentes en nuestro intestino tienen una relación simbiótica con nosotros. Algunas ayudan a la digestión y otras, al parecer tienen funciones más profundas.
Las investigaciones continúan. Los científicos están decididos a revelar por que el indol y otros compuestos producidos por las bacterias de nuestros intestinos son saludables. Quizás en un futuro desarrollen píldoras a base de caca para tratar las enfermedades relacionadas con la vejez, aunque dudamos mucho que sea la mejor estrategia de marketing decir de donde vienen.
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Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America