Revista Libros
Sí, ya son cinco años y esta es la típica entrada de reflexión en la que os cuento a todos las maravillas del blog. Bueno, quizá me he pasado con lo de «maravillas» (y con el «a todos», porque muchos solo entrarán para comentar «¡Felicidades!» sin leer nada más que el título; gracias también a ellos por su tiempo, ahora y siempre). En cualquier caso, cuando se dedican cinco años a una actividad que no es obligatoria ni se cobra, se supone que es por algo, algo llamado literatura que forma parte de mí y de mis días (perdón por la cursilería). Nunca he pretendido erigirme en promotora de la lectura ni pienso que los blogs resulten eficaces para ese cometido. Tampoco me considero una bloguera de referencia que aumenta las ventas de un libro después de reseñarlo (ya me gustaría). En realidad, lo único que me aporta el blog es una relación más intensa con la literatura y con todo lo que la rodea. Estoy al día de las novedades. Cada reseña, por el trabajo de razonamiento y documentación que conlleva, enriquece mis conocimientos. Hablo con lectores a los que no habría conocido de otro modo. También hablo, aunque sea poquito, con algunos escritores, editores, traductores y libreros. De todas estas charlas informales, e incluyo por supuesto las de los lectores, se aprende. Y, sobre todo, me divierto, me divierto mucho (y me siento un poco rara al pensar que escribir reseñas me parece «divertido»). En casa me dicen que estoy obsesionada con los libros, y tal vez tengan razón. Da igual; hoy no me apetece dejar de estarlo.