Día otoñal en Plaza de España
Anna Gavalda por aquí, Anna Gavalda por allá... No paraba de ver a esta autora francesa por todos lados, y siempre, con críticas muy positivas, por lo que conocerla era casi obligado. Cada vez me inspiraba más curiosidad, así que, qué mejor que conocerla con un libro de relatos, y además no un libro de relatos cualquiera. Quisiera que alguien me esperara en algún lugar es la primera obra publicada por la autora, salió a la luz en Francia en 1999 y tuvo un inmediato éxito de crítica y ventas, ganando el Grand Prix RTL-Lire en el año 2000. Pues bien, lo único que puedo decir es que me arrepiento de no haberme acercado antes a Anna Gavalda. Su estilo es tan directo y sencillo, tiene tal facilidad para los diálogos , para plasmar los pensamientos de sus personajes y para que parezcan de carne y hueso, que más que leer un libro, es como si estuvieses tomándote un café con una amiga que te cuenta historias fascinantes. Porque ese es otro de los grandes aciertos de Gavalda. Muchas veces los libros de relatos se hacen pesados porque las historias o los personajes se parecen demasiado entre sí, algo que no sucede aquí. Cada una de las historias tiene a su protagonista, cada uno de ellos con una voz propia, y cada historia es diferente de las demás. Con el aliciente de que todos los relatos nos conducen hacia finales inesperados, a pesar de la cotidianidad de lo que nos está contando. Son doce historias, cuya única relación entre ellas es que sus personajes son de lo más normales, no tienen nada especial, sólo sus pequeñas vidas y sus pequeños problemas, como todos. En muchas ocasiones me he sentido como cuando vas en el metro, autobús o tren, y sin querer no puedes evitar oír la conversación entre otras personas, cómo en ocasiones es molesto tener una cháchara al lado (especialmente si estás intentando concentrarte en un libro), pero en otras, la historia es tan fascinante, que te encuentras escuchando y olvidando por completo el libro que tienes entre las manos. Algo así ocurre con Quisiera..., no son historias extraordinarias, pero tienen algo que las hace interesantes, que nos mueven a querer seguir leyendo y saber más de los protagonistas. Sin duda, repetiré muy pronto con esta autora.