Soy una maniática. Total y absolutamente maniática…. Bueno, a lo mejor no y resulta que estoy haciendo las cosas bien. Hace tiempo que me quito los zapatos antes de entrar en casa… Me los quito yo y hago que se los quite mi marido… auqnue no me hace mucho caso. Tambien cojo a Timple y lo llevo en volandas hasta que le limpio las patitas
Por suerte o desgracia no me atrevo a decirle a los demas que lo hagan… No es que tengamos muchas visitas pero algunas tenemos y me da apuro… Por eso al dia siguiente lo primero que hago es pasar la mopa…
Cuando hacemos alguna celebración en casa intento que entren por el garaje que al fin y al cabo es el lugar de celebración….
Hablando claro, el suelo de mi casa es asqueroso… enseguida parece que no has limpiado nada y me pone de muy mal humor.
Resulta que curioseando en estos laberintos del internet encontré en articulo en mejorconsalud.com que me da razones mas que poderosas para quitarme los zapatos antes de entrar en casa
No utilizar zapatos al interior de la casa es una costumbre japonesa que miles de personas han adoptado por comodidad y salud.
Pese a que la medida es un poco rara y exagerada, está demostrado que podría tener muchos beneficios para quienes las practican.
¿Alguna vez te has puesto a pensar todos los escenarios que atraviesan tus zapatos en la jornada? Seguramente, si lo haces, vas a encontrar varias razones para preocuparte.
Y es que, aunque lo ignoramos, nuestro calzado adquiere día a día miles de bacterias y microorganismos que pueden causar potenciales enfermedades cuando, por ejemplo, el sistema inmunitario está débil.
Como sabemos que muchos aún no son conscientes de ello, en esta ocasión queremos repasar un estudio científico que explica por qué es más conveniente liberarse de ellos justo en la entrada de la casa.
¿Dejar los zapatos en la entrada de la casa?
La costumbre de quitarse los zapatos antes de entrar a la casa es una tradición japonesa que ya está cobrando importancia en muchos otros lugares del mundo.
Esta consiste en descalzarse justo después de llegar de la calle, colocando los zapatos en un casillero especial al lado de la puerta o un espacio destinado para estps.
En la cultura del país asiático se práctica por cuestiones de higiene, aunque también como un signo de respeto por el espacio privado.
De hecho, la medida también se lleva a cabo en restaurantes, gimnasios, colegios y muchos otros lugares frecuentados por los japoneses.
Esto ocurre porque se reconoce que el calzado es una de las principales vías de suciedad y contaminación en el hogar por el simple hecho de estar expuestos a muchas superficies en el ambiente.
Hoy muchos expertos han querido indagar en el tema y, efectivamente, han podido comprobar que estos son una fuente común de peligrosos patógenos.
Ver también: ¿Sabías que el exceso de higiene es perjudicial para la salud?
Los zapatos tienen más bacterias que un inodoro
En el año 2012, una curiosa investigación empírica comprobó que los zapatos pueden ser una buena fuente de información sobre la personalidad de los individuos.
Estos pueden reflejar una edad promedio, el sexo, la condición económica e incluso algunos rasgos psicológicos.
Lo que no sabíamos hasta ahora es que estos accesorios tan infaltables en nuestra vida son una gran fuente de bacterias, que incluso supera las que contiene un inodoro.
En el estudio llevado a cabo en 2008 y liderado por Charles Gerba, profesor de microbiología de la Universidad de Arizona se demostró que en apenas dos semanas de uso unos zapatos alcanzan a acumular cerca de 420 000 bacterias en su parte exterior, de las cuales un 96% son coliformes.
De acuerdo con el trabajo del profesor Gerba, de todas las bacterias identificadas en los zapatos, un 27% eran de la especie E. coli, microorganismos que habitan en el intestino de los humanos y los animales.
El experto sugiere que esto puede deberse al contacto frecuente que tiene el calzado con la materia fecal tanto en la calle como en algunos de los suelos de los aseos públicos.
Si bien la mayoría de las E.coli no provocan problemas de salud, en algunos casos son las desencadenantes de enfermedades y episodios de diarrea crónicos.
Lee también: Cómo luchar contra la bacteria que causa ardor, diarrea e hinchazón
Lo peor es que ahí no acaba todo. Entre los miles de microorganismos encontrados en las zapatillas también se hallaron cantidades importantes de Klebsiella pneumoniae y de Serratia marcescens.
La K. pneumoniae es una de las responsables de las infecciones en el sistema urinario, neumonía y otras enfermedades de los tejidos blandos y las heridas abiertas.
Por su parte, la S. marcescens suele ocasionar conjuntivitis, queratitis y, en casos reducidos, meningitis y endocarditis.
Ambas variedades de bacterias son las que atacan el organismo cuando este no tiene suficientes anticuerpos para defenderse y, de hecho, son las que causan complicaciones dentro de los procedimientos realizados en los hospitales.
No obstante, es importante aclarar que las probabilidades de infección por bacterias provenientes de los zapatos son mínimas, a menos que por alguna razón estos tengan contacto directo con la boca o alguna herida abierta.
Hay que tener en cuenta que son muchos los medios que llevan las bacterias hasta el hogar, y el organismo se ha hecho fuerte para combatirlas.
Pese a esto, es conveniente evitar riesgos adoptando medidas simples como la de descalzarse antes de entrar al hogar, o bien, lavar los zapatos de manera constante con agua y jabón.
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