Quizás, algún día…

Quizás, algún día, alcanzar la felicidad personal no estará relacionada con anular la del compañero.

Quizás, algún día, las personas estarán por encima de los resultados.

Quizás, algún día, crecimiento personal no será poner los pies en los hombros del compañero.

Quizás, algún día, primará mantenerse en los valores antes que dejarse seducir por el marketing “charlatanero”.

Quizás, algún día un sueño, tu sueño, sea motivo suficiente para vivir.

Quizás, algún día, se darán cuenta que lo inventado no siempre supone evolución.

Quizás, algún día, tendrán el valor de aquello que no supone evolución, derrumbarlo y meterlo en el baúl del olvido.

Quizás, algún día, comprobarán que parar es una manera fantástica de avanzar.

Quizás, algún día, descubrirán que sí tienen tiempo y que vuela y que malgastarlo es una mala decisión.

Quizás, algún día, buscarán la sonrisa de un niño más que la palmada en el hombro de un desconocido.

Quizás, algún día, comprenderán que el pasado, como la muerte, no tiene solución.

Quizás, algún día, la palabra perdón entrará en uso, se dirá de manera sincera y se lleve a cabo.

Quizás, algún día, descubrirán que la conversación es la mejor herramienta para disolver conflictos.

Quizás, algún día, declararán la palabra como la mayor de las armas y se enseñará en la escuela su correcto uso.

Quizás, algún día, dejarán de ocultar la tristeza, pues gracias a ella podrán identificar y disfrutar de la alegría.

Quizás algún día, dejarán de competir y empezarán a compartir.

Quizás algún día, descubrirán la riqueza de dar, sin esperar recibir.

Quizás algún día, calmarán su ego y se dejarán llevar por la intuición, por las ganas de aprender.

Quizás algún día,… quizás.

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