Ni la ola de calor pudo con las románticas este fin de semana: empezamos en la Playa del Carabassí, continuamos en San Vicente del Raspeig, y acabamos en Elche. Muy buena comida y excelente compañía marcaron esta edición estival de los RA Weekend que se celebró en tierras levantinas el sábado 11 de agosto.
Estábamos convocadas en este lugar de vistas tan bucólicas; El Embarcadero de Lucía.
Sin embargo, el calor (insoportable) y el precio (indecente) que querían cobrarnos por un plato de paella y un refresco (más o menos igual de indecente que el que, efectivamente, me cobraron por una gaseosa -fue la tónica más cara que he tomado en mi vida, incluidos mis viajes a sitios tan legendariamente caros como Milán, Zúrich o Ginebra-), nos ahuyentaron rápidamente de allí, hacia un nuevo punto de encuentro: el restaurante del hermano de Bela Marbel, en San Vicente del Raspeig, donde teníamos mesa para las 14.00 horas.
El viaje fue de lo más divertido; en el coche de Noe Casado, junto a Noelia Amarillo, y siguiendo las indicaciones de un GPS sin actualizar desde hacía dos años, dimos dos vueltas completitas al aeropuerto. Íbamos en cabeza, así que lo primero que se le ocurrió a Noe, cuando decidió pasar de las indicaciones del gps y volver a la autovía fue “las chicas que no siguen estarán flipando en colorines”. ¡Madre mía, lo que nos pudimos reír con el bendito GPS!
Como era de esperar, fuimos las últimas en llegar. Los demás asistentes estaban ya en la mesa y después de repartir besos, ocupamos nuestro lugar. Con aire acondicionado, “superbien” atendidos y en gratísima compañía, pasamos un par de horas realmente geniales.
Conversamos sobre diversos temas, todos relacionados con la novela romántica y el mundo editorial. Salió a relucir la trilogía superventas del verano -me refiero a 50 Sombras de Grey, claro- y fue entretenido porque creo que habíamos tantos “admiradores” como “detractores”, así que la charla dio para mucho.
También comentamos sobre la forma en que esta trilogía está marcando la tendencia de publicación de los últimos meses, incluso hasta en las portadas: rara es la portada erótica que no lleve una corbata, o un par de gemelos, o unas esposas… De esto, precisamente, se habló en la última RWA Conference (la famosa reunión anual de autoras en Estados Unidos) que se celebró a finales de julio: portadas y nuevas publicaciones muestran hasta qué punto el mundo literario internacional está bajo los efectos de la trilogía de E.L.James.
Por supuesto, hubo espacio para hablar de las formas de publicación en España; de los premios que se convocan; de los sellos románticos que, antes solo publicaban traducciones de novela anglosajona, y ahora, poco a poco, van incluyendo títulos de autoras españolas; de la malísima distribución que tienen algunas editoriales, de las malas traducciones… Y también, cómo no, tuvimos nuestro sorteo de libros, donde los chicos que aparecen en la foto, se fueron a casa con un título cada uno. ¡Qué suertudos!
Sobre las cinco, una parte de los asistentes se despidieron y el resto marchamos a Elche. Queríamos seguir conversando, tomarnos un heladito y no pasar calor, así que en esta ocasión, la decisión fue muy funcional: una heladería en un centro comercial. Para entonces, quédabamos sólo las escritoras, así que continuamos hablando de novela romántica y el mundo editorial español, pero como imaginarás, los temas que tratamos no formarán parte de esta crónica :)
Tenía muchas ganas de “catar” un RA Weekend. Como sabes, no pude asistir a ninguno de los dos anteriores y tenía muy buenas referencias. Ahora puedo decir que me ha gustado la experiencia: son mucho menos formales que los encuentros anuales, pero igual de entrañables y muy efectivos a la hora de conocer nuevas lectoras/escritoras. He disfrutado a fondo la experiencia y puedo decir que a este “weekend” sólo le faltó un ingrediente para ser perfecto, la eficaz moderación de Merche Diolch. ¡Sí, niña, creo que hablo en nombre de todas al decir cuánto te echamos de menos: a ti, a tus preguntas y a tu distribución del tiempo!
Mención especial para Arlette Geneve y Noe Casado; no había tenido ocasión de charlar a gusto con ninguna de las dos hasta el momento (y anda, que no hemos coincidido en encuentros y jornadas), y ha sido un placer poder hacerlo esta vez.
No puedo acabar sin otra mención especial, para el Restaurante La Fragua, de San Vicente del Raspeig: muy buen menú, muy buena atención y precios realmente “apetitosos”. Una joyita a tener en cuenta.