Rabat logra la victoria en Mugello

Moto2 siempre es una carrera más que tranquila, con algún que otro susto pero al fin y al cabo muy ordenada de principio a fin. Rabat se ha llevado la victoria defendiendo su corona y recortándole puntos al líder Zarco.

En la categoría intermedia los pilotos italianos no han tenido tanta suerte y en las primeras vueltas Simone Corsi se ha ido al suelo y el poleman, Sam Lowes tras una mala salida ha bajado hasta la novena posición. Los pilotos que han aprovechado el error de Lowes y la caída de Corsi han encabezado la carrera para lucha por la primera posición.

Aegerter se ha colocado primero con el acecho de Rabat  que no ha tardado en colocarse primero seguido de Zarco y Salom. Se ha ido al suelo Luthi, Folger y Morbidelli.

El vigente campeón del mundo a falta de 14 vueltas ha consolidado la primera posición intentando separarse del grupo perseguidor encabezado por Aegerter, Zarco, Salom y Lowes y en dos vueltas el español ya estaba a una distancia prudencial mientras Zarco adelantaba a Aegerter y Lowes y Simeón a  Salom.

Cuando la carrera llegaba al ecuador, la situación en pista era más que tranquila. Rabat seguía primero conservando el buen ritmo y la distancia respecto a Zarco que se acercaba paulatinamente. Aegerter, Lowes, Simeón y los españoles, Salom y Simón seguían la estela del británico.

 A falta de 5 vueltas para el final, Zarco se acercaba cada vez más al español lo que se preveía que iba a ser un final ajustado. El tercer cajón del podio lo estaba defendiendo Aegerter que corría en tierra de nadie seguido de Lowes, Salom, Simeón y Simón.

Todo quedaba en la última vuelta y como no podía ser menos, Tito Rabat ha dado la talla y ha cruzado la línea de meta victorioso por delante de Zarco que no ha podido conseguir alcanzarle. De esta manera sigue el británico líder del mundial con 31 puntos de diferencia respecto al español.

El tercer cajón del podio lo ha completado Aegerter, la cuarta posición Lowes junto a Salom, Simeón, Simón, Cortese, Pons y Baldassarri.

Y ahora sólo falta la única e indiscutible carrera de MotoGP donde las gradas van a vibrar más que nunca.