Irradias
blancos corpúsculos
fragmentados en el tiempo absoluto del deseo.
Un amor entero
yace en el vacío
y en los infinitos centesimales que nos dividen
se multiplican energías
confluyendo en haces de luminosas moléculas
trasmiten en igual frecuencia.
Se desintegra la materia
y se materializa el espíritu.
De Versos cuánticos, Premio Torremozas, 2006