Las personas que han sido sometidas a frecuentes radiaciones X dentales en el pasado, antes de que las dosis de radiación se redujeran, pueden estar en mayor riesgo de desarrollar un tumor, por lo general benigno, en el revestimiento del cerebro, según sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores establecen una relación necesaria entre las radiografías dentales y los tumores, que afectan a alrededor del 1 por ciento de las personas. También es posible que las radiografías dentales, que ahora se dan en una menor dosis de radiación, no tengan nada que ver con los tumores.
Sin embargo, el estudio sugiere que los rayos X dentales podrían ser un factor de riesgo para los tumores, llamados meningiomas. Los hallazgos sugieren que los pacientes deberían hablar con sus dentistas sobre los posibles peligros de los rayos X y ser conscientes de las recomendaciones nacionales en cuanto a su uso.
Los investigadores temen que las personas no sean conscientes de las directrices que conciernen al uso de la radiación. Muchas personas son irradiadas cada seis meses o cada año, cuando la Asociación Dental Americana sugiere que no sea más una vez cada dos o tres años. (Esa es la recomendación para el paciente que nunca ha tenido una cavidad o sólo un pequeño número de empastes y no cavidad de mayor riesgo).
Los meningiomas afectan el revestimiento del cerebro y la médula espinal. Más del 90 por ciento se clasifican como benignos. Sin embargo, en algunos casos, pueden crecer hasta el tamaño de una pelota de béisbol e interrumpir el funcionamiento del cerebro, dando lugar a problemas de visión, dolores de cabeza, oído y pérdida de memoria y convulsiones.