Comienza una campaña de agit prop puesta en marcha por medios de la derechona para justificar los hechos policiales de Valencia. Vale todo, como de costumbre, dicen que 'el Instituto tenía dinero en caja, tenía calefacción, los detenidos no eran estudiantes, eran revolucionarios, había infiltrados entre los padres y los jóvenes, son los socialistas que se echan a la calle, el atestado policial recoge que insultaban a la poli, ‘maderos de mierda’, etc. etc.
Los titulares de prensa y radio televisión son sintomáticos de reconocer que arrearon de lo lindo sin venir a cuento cuando ahora hacen tantos esfuerzos por tratar de justificarlo. ¡Dios!, que buen ejército de agit prop tiene la derechona.
Pero bueno! hay cientos de imágenes fotográficas, opiniones de miles de personas, mayores y jóvenes, vídeos, decenas de miles de reclamaciones al Defensor del Pueblo y hasta incluso opiniones de miembros del Gobierno que indican que en Valencia, los polis de a pie, sus mandos y la responsable política se pasaron de rosca, considerada la ciudadanía como los enemigos, solo hay un paso para imponer la justicia de las porras, y agredieron a pacíficos ciudadanos con violencia.
Qué pena que la derecha democrática, europeísta, tolerante y respetuosa con derechos, libertades e individuos, no tenga casi presencia en este país y se deje siempre gobernar, dirigir y arrastrar por la extrema, por los ultras, por lo más carca, por la derechona que intenta dirigir y arrinconar al Gobierno a una esquina del cuadrilátero para librar las batallas pendientes.
Qué pena que la derecha de este país no acepte que la policía debería estar para proteger y defender a la ciudadanía, sus derechos su integridad física. Qué pena que la derecha de este país se deje arrastrar por la derechona en la utilización del insulto a la policía cuando ésta investiga corrupción y desmanes de los poderosos y la jalea cuando se trata de pegar a los débiles, jóvenes y trabajadores.
Qué pena que en España la policía no tenga su sitio de respeto ganado por estar al lado de la ciudadanía que somos quienes la pagamos y se dedique a detener criminales, ladrones, pederastas, … que pena que esa policía parezca que siempre actúe al servicio de los poderosos carcas.
Qué pena que los radicales infiltrados en las filas de la derecha conservadora llegue a apagar sus voces y alienten la dialéctica de las porras.
Saben ustedes aquel del diputado vasco que justificaba las acciones violentas de la kale borroca, hasta que un día quemaron un bus donde viajaba su madre. Justifiquen la violencia policial, y recen para que un día no peguen a sus hijos y nietos, o empujen a sus padres.
Si la poli ataca al pueblo, no queremos poli. Si la poli no echa a sus violentos infiltrados, todo el cuerpo quedará señalado, si el Gobierno no echa a los infiltrados entre los cargos de orden público, todo el Gobierno quedará en evidencia, si el PP no echa a los ultras infiltrados en sus filas, todo el partido quedará marcado. Detengan a los violentos, entre los polis y sus jefes, procesen a los que abusan del poder, echen a los cargos públicos que no sirven a la ciudadanía, no defiendan ni tapen a estos infiltrados, porque entonces ustedes quedarán manchados.