Vaya por delante lo que no me canso de proclamar: que estoy muy mayor y que los festivales me parecen grandes aglomeraciones de gente que buscan pasárselo bien (y ser los más cool) y a los que poco importa el artista que tengan encima del escenario. Relativamente.
Yo amo por encima de todo la música y no siempre me siento cómodo en este tipo de eventos, pero he de decir que en términos generales el festival rozó el notable alto. Para tener tan solo 3 años de vida y un crecimiento exponencial de visitantes la organización es impecable y los servicios que ofrece más que aceptables. Chapeau por ellos.
¿Y los conciertos?
A pesar que lo más aceptado era quedarse en las inmediaciones del recinto haciendo acopio alcohólico en sangre, los raros queríamos entrar pronto para asistir al mayor número de conciertos posibles. El viernes pudimos comprobar de primera mano el buen hacer de los toledanos The Sunday Drivers en el escenario grande del recinto (lo de las asignaciones de ciertos grupos a ciertos escenarios sería para estudiarlo). Lo mil veces mencionado, un directo potente y limpio que deja al aire tanto sus virtudes como sus defectos. Supongo que es difícil ocultar el acento manchego cantando en inglés…
No llegamos lo suficientemente pronto como para recoger entradas para los conciertos del Auditorio, así que La Bien Querida, Annie B Sweet (Anita la dulce para los amigos) y los Tindersticks tendrán que esperar mejor ocasión para empatizar con nosotros.
Segundo concierto de la noche al que asistimos, y el favorito de un servidor. Los británicos The Horrors llenaron de oscuridad la calurosa noche murciana con sus melodías herederas de Joy Division o The Cure. Chispazos eléctricos que no dejaron a nadie indiferente. Mención especial para el frontman de la banda, Faris Rotter, y para su estilista.
Los conciertos más esperados de la noche, y quizás del festival, estaban por venir. Los Planetas hicieron honor a la fama que persigue a sus directos y entre la indiferencia y el aburrimiento desgranaron temas de sus últimos discos con el flamenco como referente y con la densidad y oscuridad como marca de referencia. Tan solo consiguieron levantar el ánimo del respetable cuando en la parte final del concierto tiraron de clásicos y contaron con la colaboración de La Bien Querida en el escenario, interpretando el último single de los granadinos.
Y llego el turno del cabeza de cartel del SOS 4.8. Los escoceses Franz Ferdinand eran a priori garantía de éxito, y a fe que lo demostraron. La mayor parte de los asistentes se congregaron en el Escenario Estrella Levante para disfrutar de los guitarrazos y los flequillos de los británicos que consiguieron la histeria colectiva con algunos de sus temas más reconocibles como Take me out o Do you want to. Por poner una pega, pusieron toda la carne en el asador en la primera hora de concierto. La última media hora sobró.
El viernes dejamos a deber oportunidades a Hot Chip, Delorean y algún otro. Otra vez será.
Con chaparrón vespertino incluido, la noche del sábado se nos presentaba algo más incierta pero con un buen puñado de conciertos interesantes por delante. Nada Surf abrió la veda con un concierto sobrio y efectivo. Muchos años en la pelea, muchas tablas en el escenario. Guitarrazos, pegadizas melodías y alguna sorpresa, como la versión de un tema de los albaceteños Mercromina que incluyen en su último disco de versiones y con el que cerraron el concierto, más corto de lo esperado debido al ajuste de horarios provocado por la lluvia.
La sorpresa del día me la llevé con los mallorquines L.A., de los que ciertamente no esperaba gran cosa y que consiguieron convencerme por completo. Un sonido cañero y limpio a la vez y del que se intuye un gran potencial comercial. Fantásticas en directo Evening love o Hands.
Impresionante afluencia de público en el Escenario Jagermeister que se quedo muy muy pequeño para el concierto de los catalanes Love of Lesbian. No os voy a engañar, el concierto fue fantástico, en la línea que mantienen en su última gira, pero la agobiante afluencia de público me hizo disfrutar mucho menos de lo que esperaba de uno de los conciertos que tenía marcado en rojo. Un “aplauso” al responsable de que este concierto no se celebrara en el escenario grande del festival.
Quizás agotados por semejante “paliza” física y mental, y por nuestras saludes renqueantes, abandonamos el recinto con una deuda, otra más, con grupos como Orbital y Fatboy Slim. Esperamos que en el SOS 4.8 de 2011 podamos saldar alguna de ellas. Nos vemos allí!
P.d: fue un placer conocer en persona a una de nuestras grandes amigas bloggeras. Nos vemos en la próxima.