Dentro de una semana se cumplirán 20 años de la publicación de este, para mi, enorme trabajo.Radiohead inicia su carrera discográfica con Pablo Honey en 1993, marcado claramente por un tema como Creep, pero que deja patente que estamos ante una banda donde hay una base magnífica que debe reafirmar en su continuación. Previamente, en 1994 el grupo edita My Iron Lung, un EP que marca una evolución y que es el previo perfecto para nuestro disco de hoy. Si Pablo Honey era más guitarrero y experimental, con este álbum se desmarcarán rápidamente de la onda britpop, dejando claro que este grupazo iba más allá, que nos encontramos ante un conjunto de músicos que marcarán un antes y un después. Hay que dejar una cosa clara, hablamos de una banda que en este momento manda con tres guitarras, a saber Johnny Greenwood, Ed O'Brien y el propio Thom Yorke. Visto con el tiempo podría ser el disco de transición hacia Ok Computer, pero eso es un error, este disco está a la altura de aquel, la única diferencia es que estamos ante una obra donde los temas no tienen relación entre ellos, es una colección de singles de un nivel superlativo, mientras el álbum de 1997 es una obra conceptual.¿Y qué tenemos en este trabajo? Rock, baladones, ambientes atmosféricos, letras más oscuras, pero sobre todo a una banda que está de dulce y en un momento extraordinario. Thom Yorke canta como los ángeles, demuestra sus enormes registros, la sección rítmica es una apisonadora con Colin Greenwood al bajo y Phil Selway a la batería y excelentes composiciones, muchas de ellas imprescindibles en sus conciertos. Por si fuera poco, las caras B extraídas de sus singles demuestran que hubo mucho ritmo compositivo y de alto nivel, hay temas excelentes que se quedaron fuera.
Comienza la joya con la etérea y atmosférica Planet Telex donde un teclado siniestro mezclado con un gran trabajo de guitarras da un empaque tremendo al inicio. Canción que nos hace volar desde el principio y nos transporta a alguna parte del universo, mecidos por las guitarras. The Bends ruge con riffs de guitarras potentes, un genial estribillomientras Thom nos explica lo aislado que se siente del resto del mundo, fuera de la raza humana, como si todos estuviesen enfermos menos él, un tema realmente adictivo. High and dry es el primer baladón pop, con guitarras acústicas, con su sólo de eléctrica, un estribillo perfecto. Fake plastic trees llega sin esperar, una obra maestra en si misma, una canción que es una montaña rusa de emociones, aumentando y disminuyendo la tensión, usando sutiles arreglos de cuerda y una batería que entra en el momento justo. Lo mejor sin duda, es ese clímax que esperamos en toda canción, aquel momento que nos da un escalofrío agradable, que en este caso llega en medio del desenfreno de la guitarra de Jonny, mientras Thom canta lo difícil que le sería ignorar sus sentimientos respecto a su amor superficial. Bones cambia el tono con las guitarras, es un buen rock con un gran riff de una nota muy punzante y un estribillo de gran calidad. (Nice dream) es una balada acústica, una melodía agradable cantada de manera genial por Yorke que te susurra casi, una canción excelente que habla de la resignación por algo que no se tendrá nunca y no es más que un sueño, donde los coros son soberbios. Just es un tema brutal, especialmente por lo espectaculares que suenan las guitarras, siguiendo la melodía de la canción y desgarrando con riffs abrasadores que le dan toda la magia a la canción, acompañando increíblemente al canto rabioso de Thom, además de ese sólo de Johnny que es de cum laude.My Iron Lung es incluída en el disco porque es un single descomunal, con unos cambios de ritmo bestiales, guitarras abrumadoras y un bajo maravilloso con sus líneas mientras en la letra muestran su desapego por el tema que les abrumó (Creep), visceral canción. Bullet proof... I wish I was es otra balada acústica que relaja el ritmo, pero dónde Thom vuelve a cantar de lujo, quizás demasiado etérea, para quedarte en la parra, pero para nada desdeñable. Black Star nos devuelve al rock desgarrado, una canción que habla sobre una relación amorosa realmente difícil, sobre la angustia de Thom durante toda la relación, y que lo lleva a culpar a una “estrella negra” de lo que le sucede, una angustia que lo hace sentirse mal cada vez que la recuerda o ve alguien parecido a ella, sobre una melodía extraordinaria y adictiva más los coros bestiales. Sulk es un medio tiempo llevado de manera coherente que sin ser una de las grandes del álbum goza de una melodía agradable y de una gran interpretación de Thom, lo que la hace totalmente disfrutable. Por si fueran poco los temazos oídos hasta ahora, el final estremece con Street Spirit (Fade Out), un apoteósico cierre, una canción oscura y críptica, con atmósfera deprimente e inflexible que desprende una melancolía gloriosa, aquí hay menos esperanza, pero Yorke canta increíble y me emociona, ya que se mece entre guitarras y el ritmo acompasado de la batería percusionada es perfecto.
Un disco básico en la discografía del grupo, una colección de canciones inconexas pero de un nivel extraordinario. Un álbum de marcada introspección, una reflexión más destinada a lo que sentía Thom, que a temas más orientados a problemas globales (que se verían después), una sensación de incomodidad y angustia que rodea al trabajo. Os dejo con el tema Black Star interpretado en vivo.