Artículo escrito por J. Pazos:
El anuncio oficial del fichaje de Mateo Kovacic por el Real Madrid ha acabado de motivarme para emprender la elaboración de este artículo, siempre desde mi parecer. En ningún momento pongo en duda las capacidades futbolísticas de Kovacic, es más, me parece un gran jugador. Un gran jugador que, me temo, no es del perfil deseado por Rafa Benítez, técnico madridista. Otro dolor de cabeza más para él.
Rafa llegó al banquillo del equipo blanco con la idea de jugar con un sistema 4-5-1, donde su gran estrella, Cristiano Ronaldo, sería el delantero centro. El jugador portugués se cierra en banda a situarse en dicha posición, cuando la mayoría de los goles que anota son procedentes de remates en clara posición de ‘9’. Cristiano pretende jugar en banda izquierda, donde apenas genera peligro en la actualidad. Con el paso de los años, el crack luso ha acentuado su labor rematadora y ha perdido visibles facultades desequilibrantes. Sus cualidades actuales son más propias de un delantero centro que de un extremo y, además, la mayoría de veces que el juego transcurre por su banda, se desplaza al área, no siendo partícipe de un posible centro o desborde como un extremo al uso, pero sí de un hipotético remate. Realmente es el saber estar donde va el balón, el saber anticiparse y el saber ‘enchufarlas’ lo que le hace tan bueno. Pero Cristiano se resiste a la posición añorada por Benítez, seguramente porque le supondría, en cierta medida, la pérdida del ‘factor sorpresa’. Este factor permite al jugador incorporarse, en muchas ocasiones, sin marca al remate en boca de gol. Siendo delantero puro, se vería sometido a un intenso marcaje por parte de los centrales rivales, cuando él no quiere que así sea. Pero estamos hablando de un jugador que marca las diferencias por su capacidad rematadora, claramente destacada por su saber estar y su físico. El crack portugués posee una potencia y una fuerza rematadora difícilmente igualables. Ambas cualidades son propias de un ‘9’ y no de un extremo. Rafa Benítez es conocedor de ello, pero ya tuvo sus más y sus menos con Ronaldo en las dos primeras semanas de entrenos. La capacidad goleadora del jugador es increíble, otra cosa es que el entrenador se arriesgue a tenerlo enfadado, a sabiendas del fuerte carácter del jugador y de que ello supondría un problema con la afición madridista y quién sabe si también una llamadita del que considero uno de los mayores problemas para el técnico merengue: Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
Otro de los problemas que tiene Benítez es encajar, de una vez, a Gareth Bale en el sistema del equipo. El jugador tiene unas cualidades buenísimas y todavía no ha demostrado su mejor versión en el club madrileño. Seguramente, cualquier otro jugador que hubiese mostrado el rendimiento del galés hubiese tenido que acomodarse en bastantes ocasiones en el banquillo, por entonces comandado por Carlo Ancelotti. Pero Gareth tiene un aspecto diferencial: es el futbolista más caro de la historia, rozando su fichaje, allá por agosto de 2013, los 100 millones de euros. Su rendimiento ya ha sido puesto en duda por la mayor parte de la afición y no cabe duda de que se espera mucho más de él. No puede vivir toda su carrera en el club blanco de haber anotado el gol decisivo al Barcelona tras la impresionante carrera dejando atrás a Marc Bartra en la final de la Copa del Rey en 2014, ni de haber empujado a la red el gol que deshacía el empate en el marcador en la prórroga de la final de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid, también en dicho año, tras una memorable jugada de Ángel Di María. Todo entrenador desearía contar con Bale en sus filas, pero a Rafa Benítez le supone un problema encontrar el sitio del galés en el equipo. Un sitio que, hasta ahora, no ha acabado de encontrar. Quién sabe si ello se debe al hecho de tener que jugar por la banda derecha, es decir, a banda cambiada, al estar el otro flanco ocupado, ya con anterioridad, por Cristiano Ronaldo. El hecho de jugar por la banda que no acostumbraba en el Tottenham, ha provocado que Gareth no pueda profundizar tanto como le gustaría, ya que se vería obligado a poner centros o pases con su pierna derecha y, seguramente, tras llegar a balón a gran velocidad después de sortear al adversario. Todo conllevaba a malos centros por parte del jugador, en un equipo que buscaba llegar a línea de fondo para servirlos, a la que había que sumarle la nula presencia del galés en labores de presión y labores defensivas. El presidente del conjunto blanco nunca se ha planteado su venta, a pesar de que el Manchester United estuvo dispuesto a pagar 120 millones de euros por el extremo, lo que no sólo supondría recuperar el dinero invertido, sino que también ganar dinero al club. Florentino Pérez no barajó nunca esta opción porque sería similar a reconocer su error en el fichaje del galés. No sólo quiere que el jugador continúe: quiere que demuestre lo que se pagó por él, quiere que esté al nivel de Cristiano, quiere que se codee con los mejores del mundo. Se lo dejó bien claro a Benítez nada más aterrizar en Madrid. Prueba de ello fue la visita del técnico a la concentración de la selección de Gales para ‘mimar’ a Bale. Veremos si es capaz de encontrarle una buena posición a éste, donde el jugador responda y demuestre al Santiago Bernabéu y al mundo entero lo bueno que es.
Pasando al suceso que motivó este texto, con el fichaje de Kovacic, Rafa Benítez cuenta con tres posiciones en el centro el campo para seis jugadores como son Modric, Kroos, Isco, James, Casemiro y el propio Kovacic en un supuesto 4-3-3. El anhelado 4-5-1 podría acoger a dos más de ellos, o a uno, teniendo en cuenta la inclusión de Bale. Pero Benítez, con su larga experiencia como entrenador, sabe perfectamente el perfil que necesitaba para el mediocampo: un jugador de perfil defensivo, que pueda liberar a Kroos y Modric de realizar tantos esfuerzos atrás y centrarse en lo que se les da a las mil maravillas, que es la creación del juego. Kovacic no cumple dentro de ese perfil y viene a rellenar una posición en la que ya había demasiados jugadores magníficos para las plazas que pueden ocupar. Si ya dolía ver a Isco en el banquillo la temporada pasada, ahora son uno más, y Casemiro. Porque Casemiro es un jugador buenísimo que sí tiene el perfil defensivo tan necesario para evitar un Madrid roto en muchas ocasiones y para poder liberar un poco a los jugadores de calidad. Pero, ¿qué no tiene Casemiro? Desgraciadamente, Casemiro no ha costado un dineral que empuje ‘desde arriba’ a alinearlo al técnico que ocupe el banquillo. Benítez, en el caso de llegar un jugador, buscaba un Krychowiak, un Luiz Gustavo, o un Arturo Vidal, que defiende y ataca que da gusto. No buscaba más competencia todavía para la creación, seguramente la mejor del mundo y a la cual Benítez quería sacar jugo. Un centro del campo con un jugador de corte defensivo, con Modric y Kroos por delante para sacar el balón e Isco y James un poco más adelantados para hacer diabluras… ¡el sueño de todo entrenador! Y yo creo que precisamente esa era la idea que tenía en un principio Rafa, pero con la obligación de incluir a Bale de por medio para rentabilizar su gran coste. Contando con dos laterales ofensivos, el equipo tendría muchas alternativas en ataque, además de la genialidad de casi todos sus jugadores para realizar jugadas que puedan decidir un partido atascado. Y con la inclusión del centrocampista defensivo, se aseguraría a los dos centrales, dicho mediocentro y el repliegue de los laterales en una posible contra, además del trabajo de todos los demás centrocampistas. Pero el no enfadar a Cristiano, tener que alinear a Bale y la llegada de Kovacic en vez del jugador que él deseaba, no va a permitir a Rafa Benítez desarrollar un mediocampo excelente, con cuatro jugadores magníficos y un luchador. Salvo que Rafa se imponga y pierda el miedo a Cristiano y se atreva a alinear a Casemiro, no podremos ver a Modric, Kroos, James e Isco juntos, lo que podría suponer una auténtica exquisitez futbolística de salir bien. Me vale también la inclusión de Bale y de Benzema en la mediapunta, el equipo sería magnífico.
Con todo esto, no pretendo contar que el Madrid va a hacer una mala temporada. Realmente, pienso que Benítez aportará una imprescindible compactación defensiva que lleva mucho tiempo sin verse en el Santiago Bernabéu. Pretendo dar mi punto de vista sobre lo limitado que está el técnico madrileño y la dificilísima labor que por ello tiene. Siento auténtica pena porque Rafa no pueda hacer las cosas a su antojo pero el Madrid es y será un equipo fortísimo igualmente, candidato a todos los títulos posibles. Actualmente, la plantilla madridista es la mejor del mundo y con mil variantes, pero todo parece indicar que Rafael Benítez va a tener que continuar con un 4-3-3 en el que, además, la opción del medio defensivo perdería fuerza a pesar de que la temporada pasada ya se ha visto que Kroos no podía con ello, no es su puesto. Como culé, sólo deseo que Rafa de un golpe sobre la mesa y se imponga a la figura de Florentino Pérez y a la de Cristiano Ronaldo para elaborar el equipo que él verdaderamente quiere.