El número uno mundial logró su trigésimo título en tierra
David Ferrer no pudo estrenar su palmarés de Masters 1.000
El tenista español Rafael Nadal se ha impuesto en dos sets a su compatriota y amigo David Ferrer (6-4 y 7-5) y se ha alzado con la séptima corona consecutiva en el Masters 1.000 de Montecarlo.
Se trata del trigésimo título del número uno del mundo sobre tierra batida, los mismos que Bjorn Borg y Manuel Orantes, y su duodécima victoria en enfrentamientos directos frente a un David Ferrer que le plantó cara, pero que no pudo aguantar el empuje del rey de la arcilla.
El Montecarlo Country Club es prácticamente un coto en propiedad de Nadal. El jugador de Manacor ha logrado con este su séptimo título consecutivo, siendo el jugador más laureado en la historia del torneo.
El encuentro fue de la máxima exigencia, con mucho peloteo desde el fondo de la pista entre dos consumados especialistas en arcilla. Una de las claves fundamentales del desenlace final fue el servicio, gran punto débil de Ferrer en todo el torneo.
El alicantino, atrapado con el saque, llegó a firmar un 21 por ciento de primeros en la manga inicial, que acabó con un 30. Que el número seis del mundo fuera capaz de resistir en el marcador solo se explica a través de su magnífico juego de fondo.
Nadal, por su parte venció su primer título del curso tras dos finales seguidas perdidas (Indian Wells y Miami) y sentó las bases para afrontar al que previsiblemente será su gran rival del curso, el serbio Novak Djokovic, que no jugó en el Principado por lesión.