Rafael ya ha dejado atrás la dolencia lumbar que le ha mantenido casi dos meses en el dique seco. El cierre interista avanza en lo que es su particular ‘pretemporada’ y afirma “sentirme cada vez mejor y con muchas ganas de recuperar mi juego y ayudar al equipo. Todo este tiempo me he sentido impotente al ver que los dolores no me dejaban incorporarme. Ahora solo pienso en estar a tope y estar en total disposición del entrenador. Estos últimos partidos me han venido bien para empezar a coger el ritmo perdido”.
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